El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tiró ayer de la ideología para justificar la situación económica española y, en concreto, la elevada tasa de paro. A la pregunta del PP en la sesión del control del Senado sobre si cree que la crisis internacional es la causa del aumento del desempleo, Zapatero contestó con un contundente: "Sí, sin duda".

En contra de estos argumentos, el senador popular Pío García-Escudero esgrimió una serie de indicadores, encabezados por el paro, que sitúan a España en peor posición que otros países ante la crisis. El PP atribuye este diferencial a la falta de previsión y de medidas del Gobierno, por lo que Escudero le dijo como conclusión a Zapatero: "Esta es su crisis".

Para el presidente, el mayor aumento del paro en España es debido al peso del sector inmobiliario, pero a su juicio otras economías europeas también notarán el impacto de la desocupación más adelante. La receta del presidente pasó por seguir defendiendo sus medidas más recientes (las ayudas a los ciudadanos hipotecados y las bonificaciones a los empresarios que contraten a parados) y se mostró dispuesto a tomar otras nuevas de la mano de los sindicatos.

No obstante, regresó al combate ideológico para confrontar sus políticas sociales con el decretazo del Gobierno de José María Aznar que restringió derechos laborales.