La sentencia del Tribunal Constitucional que avala la paridad en las listas electorales desató ayer un aluvión de reacciones. El líder del PP, Mariano Rajoy, promotor del frustrado recurso contra la ley de igualdad, dijo acatar el fallo, pero intentó minimizar su efecto con el argumento de que solo afecta a entre 500 y 600 mujeres dentro de un colectivo de más de 20 millones.

Rajoy sostuvo que la decisión del tribunal "solo se refiere a un tema muy concreto, que son las listas electorales". Después de recordar que en la actualidad trabajan 12 millones de hombres y ocho millones de mujeres, dijo que su objetivo es lograr la igualdad de género tanto en número de ocupados como en sueldos. También citó entre sus prioridades la conciliación de la vida familiar y laboral, de modo que la mujer tenga la misma facilidad que el hombre para trabajar y capacitarse.

Jose Luis Rodríguez Zapatero, por el contrario, celebró la sentencia como "un buen día para la democracia" y criticó a los populares por "poner obstáculos a la igualdad". El presidente sostuvo que el recurso planteado por el PP "no era contra la ley, sin contra la igualdad de derechos de las mujeres".

Por su parte, el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, consideró que la sentencia prueba que el tribunal es "contrario a las posiciones ultraconservadoras" del PP.