Fue Eduardo Zaplana el primero que dio un paso al frente en el PP para, tras la segunda derrota consecutiva en unas generales, demandar renovación en el seno del partido. Más tímidamente --y añadiendo matices para no molestar a los que pudieran verse afectados por los cambios-- se sumaron a ese discurso compañeros de filas como Soraya Sáenz de Santamaría o Federico Trillo.

Ayer, otro miembro del comité de dirección popular, Jorge Moragas, se atrevió a cruzar la línea del silencio que su jefe, Mariano Rajoy, ha querido imponer hasta el próximo lunes. El responsable del área internacional de esta fuerza política --al menos por el momento-- apuesta por abordar un nuevo discurso.

"No creo tanto en un cambio de nombres como en un cambio de registro en el discurso y en la forma de presentarnos a la sociedad. Tenemos que salir al encuentro de los demás. Estamos obligados a hacer un esfuerzo para adaptar el partido a una nueva sociedad que, nos guste o no, ha preferido votar a Zapatero", sentenció en su blog.

En este contexto, Moragas admite que ese cambio de registro que defiende podría ser más fácil de ejecutar "si se hace desde la regeneración que desde la continuidad" y si, "desde la humildad", los populares digieren que en la sociedad actual "la máscara predomina sobre el contenido". "Podemos seguir despreciando el poder fascinador de la superficie o podemos asumir, de una vez por todas, que la máscara también puede ser espejo del alma", señaló.

Dicho esto, Moragas insta al PP a entender que la imagen y la actitud no son, bajo su punto de vista, un simulacro de la verdad, sino "un vehículo para multiplicar el mensaje". "No se sacrificarán los principios ni los valores porque no conozco mejor forma de defenderlos que ganando las elecciones", espetó.

Las aguas tampoco bajan tranquilas en el PP vasco. El exalcalde de Vitoria y presidente del partido en Alava, Alfonso Alonso, reconoció ayer que es conveniente "actualizar el mensaje", dado que el actual no ha suscitado confianza en Euskadi y Cataluña en las últimas elecciones.

ACERCARSE A LA GENTE En vísperas de recoger su acta de diputado en Madrid, reconoció que algo falla cuando los electores les perciben como algo "viejo e intransigente" cuando esos, subrayó, no son los valores del PP. Dijo también que su partido debe saber "acercarse a la gente", informa Ana Garbati.