En el verdor de Arnaga, este viernes daba la sensación de que, entre castaños y hortensias, aparecería de un momento a otro Edmond Rostand, primer dueño de la villa, cavilándose su Cyrano de Bergerac, pero a quien se vio llegar bordeando un romántico estanque fue al dirigente guipuzcoano del PNV Joseba Egibar, con un lazo amarillo en la pechera.

Era figura destacada de un público invitado a asistir, y a ovacionar, al “Evento Internacional para Avanzar en la Resolución del Conflicto en el País Vasco”. Eligieron Cambo-les-Bains, pueblecito termal y pimentero de Lapurdi, el Foro Social vasco, la plataforma Bake Bidea (Camino de Paz) y el Grupo Internacional de Contacto reunido por el abogado surafricano Brian Currin.

Actores internacionales

ETA ha escenificado su disolución ante cinco figuras internacionales a las que ha utilizado en el intento de llenar de épica su derrota política y policial.

En uno de esos notarios, el norirlandés Gerry Adams -jefe del Sinn Féin desde que era el brazo político del IRA hasta febrero pasado- confluían las miradas cuando, por la megafonía, sentenciaba que “es más difícil construir la paz que hacer la guerra” y recordaba la muerte en la cárcel del histórico del IRA Bobby Sands.

El exalcalde de México DF y líder del Partido de la Revolución Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas, solemne pero acríticamente, se congratulaba de que “haya terminado un periodo de lucha armada y se haya abierto uno de paz constructiva”. Aplausos en la sala y revuelo de notas entre 300 periodistas y un enjambre de cámaras.

Completaron el cartel el ex primer ministro irlandés Bertie Ahern y Jonathan Powell, el eficaz jefe de gabinete al que Tony Blair enviaba a tratar con los católicos del Ulster. Por su parte, el exdirector del FMI, Michel Camdessus, ha preferido dedicar su intervención a leer una nota breve del ex secretario general de la ONU, Kofi Annan.

Hasta Arnaga apenas llegaba el clamor de las víctimas, laceradas por detalles como que leyeran el jueves el comunicado de ETA Josu Ternera y Anboto, a quienes la justicia atribuye medio centenar de muertes.

Ocupar el atril

Para leeer la "Declaración de Arnaga", la organización dispuso un photocall en los jardines, con una hermosa pérgola entre limoneros. Allí, al término del acto, conquistó el micro el PNV. El Gobierno vasco no ha asistido, pero sí su partido, "a efectos únicamente notariales", si bien enviando a su líder, Andoni Ortuzar a hablar para la televisión, y al secretario de organización, Joseba Aurreloetxea, y los burukides (cabezas) de Guipúzcoa de Iparralde.

Como metáfora de la lucha por la hegemonía en el nacionalismo vasco, inmediatamente después acaparó la atención de las cámaras Arnaldo Otegi, y para mezclar tres veces dos términos como un augurio: "derecho" y "decidir".

Al final, cuando ya los cámaras recogían sus trípodes, se ha visto en Arnaga una ruptura de la unidad de acción entre UGT y CCOO. Raúl Arza, líder en Euskadi del sindicato socialista, ha ido, pero matizando con énfasis que "ETA desaparece después de décadas de terror, acoso y asesinatos". Las Comisiones que lidera el vasco Unai Sordo han usado menos sustantivos. No han ido, explican, "por respeto a nuestra historia de confrontación con el terrorismo".