La Ertzaintza impidió ayer con material antidisturbios la celebración de un acto convocado por la izquierda aberzale y que había sido prohibido por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. Cerca de 5.000 personas se congregaron en las inmediaciones del velódromo de Anoeta de San Sebastián, donde estaba prevista la celebración de un mitin, pero ante la presencia de un fuerte cordón policial intentaron iniciar una manifestación que también fue frustrada. Tres personas fueron detenidas en los disturbios posteriores.

Las cargas policiales, contenedores incendiados y lanzamientos de objetos contra los ertzainas regresaron ayer a las calles de Euskadi tras meses de ausencia. El salto en el tiempo fue completo ante el mensaje lanzado por los convocantes, que volvieron a hablar de un proceso de paz bloqueado, como si no hubiera habido atentado en Barajas. Los dirigentes de Batasuna Joseba Alvarez y Joseba Permach estaban entre los participantes.

Los presentes optaron por concentrarse frente al cercano estadio de Anoeta. Desde allí, miles de personas se pusieron en marcha hacia el centro de la ciudad. La agresividad mostrada por los manifestantes, tres de los cuales fueron detenidos, confirma la especial crispación que atraviesa el mundo de Batasuna. La prohibición del mitin y la firmeza de la Ertzaintza fueron interpretados por los convocantes como "una nueva agresión".