Nuevas formas. El recién estrenado presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, advirtió ayer a los jueces --en el solemne acto de apertura de tribunales que preside el Rey-- de que sus errores serán castigados. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, reconoció que la confianza de los ciudadanos en la justicia está "dañada".

Dívar tomó posesión ayer de su cargo en el salón de plenos del Tribunal Supremo, al que acudiría cuatro horas más tarde para leer su primer discurso institucional, tras asistir a una misa del arzobispo de Madrid.

El nuevo presidente del alto tribunal defendió la independencia judicial, pero lanzó un serio aviso a los jueces. "Todo juez que viole el deber de independencia o el sometimiento al imperio de la ley, o cause daños a terceros en la jurisdicción, habrá de responder conforme a derecho y asumir la sanción penal, administrativa o la obligación de resarcimiento". Se comprometió para que la justicia sea "moderna, abierta, transparente, atenta con el ciudadano y protectora de los más débiles".