Xavier Domènech ha aceptado este lunes que los resultados de las elecciones del 21-D han colocado a Catalunya en Comú en la oposición, y ha dicho que desde allí se propone trabajar para "reconstruir" el espacio progresista catalán, el derrotado de la jornada junto con Mariano Rajoy y el PP. "Seguiremos construyendo un proyecto de no confrontación. Estamos orgullosos de haberlo defendido en campaña", ha afirmado.

Domènech no ha profundizado en la autocrítica, aunque ha admitido que los retos que se marcaron los 'comuns' antes de iniciar la campaña electoral no se han conseguido: "Hemos hecho una campaña para superar la dinámica de bloques, para recoser, y la tensión se mantiene".

Tras certificar el "fracaso" de las fuerzas que se llaman progresistas, ha afirmado que Catalunya en Comú no entrará en lo que tiene que hacer Carles Puigdemont, pero sí ha subrayado que no contará con la colaboración de su grupo ni en una hipotética investidura ni en el aval a sus políticas: "No vamos a participar ni por activa ni por pasiva en una investidura de Puigdemont". Que el candidato de Junts per Catalunya a 'president' fuera otra persona no cambiaría esa posición, ha añadido.

Las derechas

Domènech ha recalcado que la victoria en el 21-D es de las derechas, en alusión a Junts per Catalunya y Ciutadans: "No nos vamos a subordinar a ninguna de las dos". Preguntado por el posible efecto de estos resultados en las elecciones municipales en Barcelona en el 2019, ha dado a entender que no hay relación entre ambas contiendas y ha elogiado la acción de gobierno de Ada Colau.