La Audiencia Nacional ha concedido dos permisos de salida de seis y tres días, respectivamente, a los etarras arrepentidos Joseba Koldo Martín Carmona y Jesús García Corporales, que podrán pasar las Navidades en sus casas a pesar de que la medida ha contado con el rechazo del Ministerio Fiscal.

Así lo ha acordado el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, que también ha concedido el segundo grado flexible al terrorista José Manuel Fernández Pérez de Nanclares, que podrá salir diariamente de la prisión para realizar un curso de formación aunque permanecerá en la cárcel durante los fines de semana. En este caso, la medida sí ha contado con un informe favorable del Ministerio Público.

El magistrado recuerda que tanto García Corporales y Fernández, que cumplen condena en la prisión de Nanclares de Oca (Álava), como Martín Carmona, que permanece en Villabona (Asturias), se han "desvinculado" de la organización terrorista ETA durante el tiempo de condena de 30 años que están cumpliendo, han pedido "perdón" a las víctimas por el daño que les han causado y se han comprometido a asumir su responsabilidad civil por los atentados en los que participaron.

"UN NUEVO TIEMPO"

En el caso de Martín Carmona, el juez destaca que "no está de acuerdo con la lucha armada" y que ha defendido la necesidad de construir "un nuevo tiempo" en que se tendrán que "reparar los daños y el sufrimiento causado por la violencia terrorista" para lograr "la consecución de una nueva Euskadi".

En una conversación que mantuvo con los funcionarios de la cárcel el pasado octubre, el interno valoraba su desvinculación de la banda: "Yo he sentido una paz que necesitaba porque yo he soñado muchas veces con la cara de los familiares de las víctimas que ocasioné y he visto que dando este paso compenso en alguna medida todo el daño que hice y del cual estoy profundamente arrepentido". En otro escrito posterior, aseguraba que tenía la impresión de "haber perdido los mejores años" de su vida en "una causa" que le ha "decepcionado".

Corporales, por su parte, ha reconocido el "fracaso" de la banda y se ha distanciado de ella negándose a participar en sus actos de protesta. El juez Castro recopila varios escritos en los que el preso ha criticado "enérgicamente" atentados como el cometido contra la casa cuartel de Burgos en julio del 2009. "Pido perdón a todas las víctimas por el dolor y el sufrimiento que he causado con mis acciones", decía el 7 de diciembre pasado.

FLEXIBILIDAD PARA QUIEN SE SEPARE DE LA BANDA

En el caso del segundo grado, el magistrado repite el argumento que utilizó el pasado 22 de octubre para conceder esta medida al dirigente etarra José Luis Alvarez Santacristina, alias Txelis. Así, defiende que "el alejamiento del interno de los postulados y medios e instrumentos criminales de la banda terrorista ETA" debe ser "apoyado" por "el uso de un mecanismo de flexibilización que permite dar una respuesta proporcionada y constante a los esfuerzos de los internos por separarse del entorno de una organización criminal".

Según el magistrado, Fernández Pérez de Nanclares es "una persona distinta a la que entró en prisión" y que muestra "un rechazo absoluto a la violencia y unas convicciones personales y morales firmes y sólidas al respecto". El etarra se dio de baja en el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPKK) por defender que los objetivos de la lucha armada se pueden conseguir "por vías políticas".

OTROS PERMISOS

Jesús García Corporales, alias Gitanillo, Legionario y Josu, formó parte a principios de la década de los 90 del comando Madrid. Cometió su primer atentado el 24 de mayo de 1992 junto al estadio Vicente Calderón, hiriendo a los miembros de una patrulla policial. También se le atribuye la colocación, el 30 de noviembre de 1992, del coche-bomba que causó la muerte del subteniente jubilado de la Guardia Civil Miguel Miranda.

Martín Carmona, cabecilla del comando Vizcaya, fue condenado por varios atentados, entre ellos el que costó la vida en Bilbao el 4 de abril de 1994 al guardia civil Fernando Jiménez Pascual. Entre las acciones terroristas atribuidas a Fernández Pérez de Nanclares se encuentra el asesinato el 25 de febrero de 1992 al guardia civil José San Martín Bretón.

Además de estos tres casos, la Junta de Tratamiento de la cárcel de Nanclares de la Oca (Alava) ha propuesto permisos para los presos Kepa Pikabea Ugalde, quien gozaría de cuatro días de permiso, y Ángel Carlos Figueroa Fernández, que tendría otros seis, informaron a Europa Press fuentes penitenciarias.