Varios desconocidos atacaron la pasada medianoche con botellas incendiarias un cajero automático de la sucursal Caja Madrid y una oficina de Correos en Pamplona, según informó ayer la delegación del Gobierno en Navarra, que consideró estos actos como una "respuesta" a la anulación de listas de la izquierda aberzale decidida por el Tribunal Supremo. Las llamas provocaron el ennegrecimiento de la fachada, así como manchas en la acera. Estos sabotajes se suman a los ocurridos en la noche del sábado, cuando unos jóvenes prendieron fuego a un cajero de Caja Rural, que quedó inutilizado.

El rebrote de la violencia callejera se ha producido tras semanas de muy escasa actividad en este terreno. La kale borroka sigue siendo un termómetro fiable del momento que atraviesan los sectores más beligerantes de la izquierda aberzale, inmersa ahora en una batalla legal para disponer de candidaturas en las próximas elecciones.

Este ataque se produjo al filo de la medianoche, cuando los asaltantes lanzaron dos botellas incendiarias contra un cajero automático y otras dos contra una oficina de Correos, ambos situadas en la misma calle.