Los equipos hispano- franceses de investigación conjunta tendrán en cuenta las necesidades de cada caso y los momentos en que una investigación policial o judicial en uno de los dos países implique un amplio dispositivo en el otro, y precise de una acción coordinada. El área de trabajo afectada es "toda la criminalidad organizada". El objetivo, transmitir y compartir información y estrategia común en tiempo real coordinando las investigaciones de agentes y magistrados de los dos lados de la frontera. Para cada equipo, Francia y España deben firmar un acuerdo que recoge los términos del protocolo adoptado en Carcasona en el 2003.

En el protocolo se establecen las condiciones de intervención de los agentes extranjeros en cada país, sobre todo en relación con el uso de armas y de los medios administrativos de cada país. El primer equipo común contra ETA ha sido negociado por la Audiencia Nacional y la fiscalía de París.