El servicio de espionaje español investigó y descartó, tras el atentado del 11-M, la relación entre ETA y Al Qaeda, según un informe secreto que ayer pudieron leer los portavoces parlamentarios de la comisión del 11-M. El texto del CNI, fechado el 16 de marzo (cinco días después de producirse el atentado), afirma literalmente que "no se han encontrado elementos que permitan afirmar que ha habido relación directa o indirecta entre ambos grupos armados".

El Gobierno de Aznar acudió a esa posible relación entre terroristas para justificar su empeño en mantener la preeminencia de la tesis de la autoría etarra. Y el portavoz del PP en la comisión del 11-M, Juan Ignacio del Burgo, pregunta insistentemente a cuantos mandos policiales comparecen ante la comisión si "pueden descartar" una re- lación entre ETA y Al Qaeda.

El PP apoya su teoría en un contacto entre presos etarras y detenidos por el 11-M. Sin embargo, el CNI ya supo el 16-M que ese contacto fue casual y se produjo en el patio de la cárcel de Villabona (Asturias) entre dos detenidos por actos de kale borroka y uno de los detenidos por el 11-M. Los espías descartaron cualquier relación entre bandas, porque los detenidos por violencia callejera no tenían experiencia alguna en fabricación de explosivos.