Joseba Elosua, dueño del bar Faisán de Irún donde supuestamente se produjo el chivatazo a ETA que desmontó una operación contra su aparato de extorsión en 2006, declara hoy en el segundo día del juicio por este caso que se celebra en la Audiencia Nacional.

La declaración de Elosua se producirá después de que testifiquen cuatro policías y de que concluya el interrogatorio al comisario encargado de la investigación del chivatazo, Carlos Germán.

Ayer, en el arranque del juicio, declararon los dos acusados, el ex jefe superior del País Vasco Enrique Pamies y el exinspector de Álava José María Ballesteros, quienes negaron haber sido los responsables del soplo.

Los dos altos mandos policiales están acusados de los delitos de revelación de secretos y colaboración con ETA, por los que se enfrentan a una petición fiscal de entre 1 año y medio y 5 años de cárcel.

También dio su versión de los hechos como testigos un confidente de ETA que trabajaba con Pamies y el comisario que dirigió la investigación del chivatazo, Carlos Germán, quien señaló directamente como responsable al entonces director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, hasta hace unos meses imputado en el caso.