Josep Antoni Duran Lleida advirtió el domingo pasado, a la vista del crecimiento electoral de la ultraderechista Plataforma per Catalunya, de que el resto de fuerzas deben afrontar la inmigración con un nuevo discurso, en un punto medio entre las tesis xenófobas de Josep Anglada y el "buenismo" de la izquierda.

El líder de Unió predicó con el ejemplo e incluyó ayer un párrafo sobre el tema en su carta semanal, en la que sostuvo que su partido tiene, "más que ningún otro", la receta para "una tercera vía" al abordar la inmigración. "La gran lección de estas elecciones es que no podemos seguir situando el debate sobre la inmigración en la despensa de casa. De inmigración debemos hablar abiertamente y sin miedo. Y lo debemos hacer porque para muchas personas es un problema", escribió el número dos de CiU.

Duran tuvo un recuerdo para las asistentas domésticas foráneas: "Somos muchos los que conocemos la inmigración porque hemos tenido una señora magrebí o sudamericana en casa --personas a las que queremos muchísimo-- cuidando los hijos, pero hay gente que conoce la inmigración de otra manera". Y distinguió situaciones: "No es lo mismo vivir en un barrio rico de Barcelona y contar con la ayuda de una chica marroquí que hacerlo en un bloque en el que todos los pisos vecinos han sido adquiridos por magrebís y que cuando quieres vender el tuyo, nadie lo quiere comprar a precio de mercado".

El democristiano insistió en cambiar el trato político a los extranjeros: "La inmigración debe incorporarse a la agenda política con naturalidad". Si lo hacemos, añadió, se evitará que crezcan las posiciones ultras. "Si no la abordamos desde los partidos democráticos, será tratada como ahora, desde posiciones populistas, racistas y xenófobas sin ninguna posibilidad de aportar una solución y con el único objetivo de recaudar votos".

CRITICAS DE ICV Duran riñó a los partidos: "Hay que acabar con el hecho de hilar fino para no saltarse el lenguaje políticamente correcto, porque la gente no lo entiende". Y recuperó su tesis de la noche electoral: "Hay que encontrar una tercera vía entre el buenismo de la izquierda, e incluso la bienintencionada actitud de ciertos sectores de la Iglesia, y el peligroso e insensato populismo de Plataforma per Catalunya". La carta de Duran suscitó las críticas de ICV, que tildó sus palabras de "racistas y clasistas".