Josep Antoni Duran Lleida dio ayer por "traicionado" el compromiso del presidente José Luis Rodríguez Zapatero de apoyar el Estatuto que envíe a las Cortes el Parlamento de Cataluña, por haber añadido una nueva condición: que no contenga un capítulo destinado a regular la financiación de la Generalitat. El presidente le contestó que exageraba y se precipitaba y le pidió paciencia y calma, porque el Estatut aún no ha sido presentado. Duran dedicó casi toda su intervención en el debate de ayer al nuevo Estatuto catalán.

Zapatero precisó que sí estaba dispuesto a aceptar que haya un título destinado a financiación, pero siempre que sólo contenga principios. No concreciones como las que proponen tanto CiU como el tripartito catalán. Y añadió que las negociaciones podrán ser bilaterales, pero la aprobación deberá corresponder al conjunto de las comunidades autónomas y a las Cortes.

El presidente ratificó que su compromiso es apoyar un Estatuto que respete la Constitución y sea aprobado en Cataluña por consenso. Un consenso que identificó con, como mínimo, la mayoría cualificada de dos tercios de la Cámara catalana que ya exige la ley. Zapatero pidió a Duran que la formación nacionalista sea constructiva y actúe como fuerza moderada. Respecto a la financiación, el presidente citó dos criterios: que garantice suficiencia financiera al Estado para ejercer sus competencias y que sea solidaria. Zapatero reconoció que Cataluña es solidaria.

En un aparente lapsus, Zapatero afirmó que una cosa era el Estatuto y otra la propuesta de financiación, y puso como prueba que el tripartito ha presentado esta última de forma diferenciada al resto del articulado. Duran le sacó del error y reclamó al PSOE y al PP que no creen "alarma social" presentando las aspiraciones catalanas como un intento de desvertebrar España.

MALA MEMORIA El portavoz de CiU echó en cara a Mariano Rajoy que se escandalice ahora porque la Generalitat reclama competencias exclusivas del Estado, cuando la única vez que se aplicó el artículo de la Constitución que permite esa transferencia fue por un pacto entre CiU y el PP, cuando ambos gobernaban, para atribuir a los Mossos las competencias de tráfico.

"¿Se ha desvertebrado España, se ha roto la solidaridad?", se preguntó Duran. "No, todo lo contrario, lo único que está sucediendo es que Cataluña está en la cola del crecimiento económico de las autonomías, que hay un déficit de infraestructuras por subsanar", concluyó.