El líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, reapareció ayer para marcar el camino de la federación nacionalista en su relación con el PSOE en Madrid. Concentrado en su papel de portavoz de CiU en el Congreso y sabedor de que su grupo recibirá tras el verano los mayores cortejos socialistas, Duran advirtió a Rodríguez Zapatero de que los nacionalistas no están dispuestos a "salvarle la cara" si esto conlleva renunciar a los valores del partido.

"No sacrificaremos nuestros valores por el autogobierno; no apoyaremos económicamente al Gobierno para que acabe imponiendo legalmente un modelo de sociedad contrario al que defiende Unió", subrayó un contundente Duran. "No se puede legislar la laicidad con IU y los presupuestos con CiU", dijo.

En este sentido, criticó el contenido del congreso del PSOE, en el que se trató la eutanasia, el aborto y la laicidad, propuestas, a su juicio, "baratas, rentables y fáciles de tratar". Y dio tres condiciones para que CiU dé su apoyo a los presupuestos: el despliegue del Estatut y la mejora de la financiación, un modelo social acorde con la ideología de Unió y medidas económicas para afrontar la crisis.