La europarlamentaria del PSOE Barbara Dürhkop, anunció ayer su, "muy meditada" decisión de dejar la política activa, como si se tratara de una "fatalidad del destino", justo en el año en el que se cumplen 25 años desde el asesinato, a manos de ETA, de su marido, el senador socialista Enrique Casas, y en el que se cumple "el sueño" de éste de "romper con la hegemonía" del PNV en el Gobierno vasco.

En una comparecencia, Dürhkop, un tanto "nerviosa", confesó, aseguró que ha decidido "poner punto final" a una etapa de su vida, a 22 años de trabajo en el Parlamento europeo, "sin dramatismos" y para poder dedicar su tiempo libre a su familia, la equitación, a viajar, en definitiva a hacer una vida "a su aire" y disfrutar de una jubilación pero de "júbilo, no de hacerse vieja".

La europarlamentaria socialista y vicepresidenta del grupo del PSOE en el Parlamento Europeo desde 2004, insistió en que se trata de una decisión "propia", al tiempo que agradeció a los socialistas la "confianza" brindada desde que en 1987 fue elegida candidata a la Cámara europea.