Los resultados de las elecciones de ayer fueron aceptados con moderada satisfacción por los dirigentes de Ezker Batua-Izquierda Unida (EB-IU), ya que a pesar de no haber logrado los cinco escaños esperados para poder contar con grupo parlamentario propio, los tres obtenidos representan, según sus dirigentes, "la consolidación del espacio político y electoral" que se logró en el 2001. Hay que tener en cuenta que EB-IU apenas fue relevante en Euskadi en los años noventa.

EVIDENCIA En términos de utilidad, el candidato de EB-IU, Javier Madrazo, reconoció la evidencia de que sus tres escaños no son suficientes para pactar con el PNV-EA otro periodo de Gobierno. La suma arroja 32 votos y queda uno por debajo de la adición de los grandes partidos estatales, PP y PSOE, que suman 33 escaños. Pese a ello, Madrazo se mostró optimista. En el hotel bilbaíno en el que se habían concentrado sus seguidores reafirmó, en primer lugar, la utilidad de su fuerza política y agradeció la confianza de los electores. "Nos hubiera gustado que la participación hubiera sido más alta", reconoció antes de prometer: "No les vamos a defraudar; vamos a dejarnos la piel en el día a día".

Madrazo también justificó su satisfacción por el hecho de que los resultados hayan reforzado la apuesta de EB-IU por el diálogo en contraposición al frentismo entre nacionalistas y no nacionalistas. "La votación indica que somos una sociedad plural; en este país convivimos diferentes sensibilidades e ideologías, y ha quedado reflejado en el resultado debe tenerse en cuenta".

Ante la pluralidad de los resultados, el consejero de Vivienda vasco en funciones señaló que el futuro pasa por el "diálogo, el entendimiento y los amplios consensos".