Después de los primeros interrogatorios a los 41 detenidos el miércoles en Latifiya, al sur de Bagdad, el Ejército de EEUU sostiene que los autores de la emboscada en la que el 29 de noviembre murieron siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) son "fedayines y miembros de la Guardia Republicana y del muhabarat, los servicios secretos de Sadam Husein," según explicó ayer a este diario el teniente coronel Peter Johnson, comandante de las tropas que efectuaron la operación militar.

  • AZNAR COME EN EL CNI
  • Defensa niega lo que Dezcallar y Trillo dijeron

Johnson --jefe del tercer Batallón del 505º Regimiento de la 82 División Aerotransportada de EEUU destacado en el campamento Saint Michael, situado en Mahmudiya, a 10 kilómetros al norte de Latifiya-- informó de que 15 de los detenidos están directamente implicados en la muerte de los españoles, aunque no dio detalles sobre cómo planearon la emboscada. Eso sí, el militar, de raíces españolas --su madre es de Avila--, se mostró "convencido" de que los detenidos mataron a los agentes.

ABU ABDULA Según el Ejército de EEUU, un iraquí conocido como Abú Abdulá es el jefe del "comando terrorista" que atacó a los españoles. Abú Abdulá y sus dos principales lugartenientes fueron detenidos en la operación, en la que los militares también se incautaron de armas y documentos. Los 41 detenidos están siendo interrogados en un lugar desconocido. Johnson desveló que todos son de Latifiya.

El teniente coronel afirmó que la policía iraquí y el apoyo de la población de Latifiya fueron "fundamentales" para el éxito de la operación de arresto. Sin embargo, fuentes de la policía de Latifiya dijeron ayer no sólo que no sabían nada de la redada contra el comando Abú Abdulá , sino que cuatro de los 30 agentes de la comisaría habían sido detenidos en ella. Dos fueron liberados horas después.

Según Johnson, el trabajo contra el comando Abú Abdulá empezó hace varias semanas, cuando el área de Latifiya se convirtió en zona habitual de ataques. La emboscada contra los agentes españoles significó un punto de inflexión, ya que a partir de entonces "muchos ciudadanos colaboraron" con las fuerzas estadounidenses, explicó Johnson.

HUIDA Y REGRESO Tras el ataque, muchos de los implicados huyeron de Latifiya, aunque poco a poco regresaron. El trabajo conjunto de la policía iraquí y de los servicios de inteligencia estadounidense, británico y español logró reunir la información para que, hacia las dos de la madrugada del miércoles, empezara la operación.

Entonces, cuatro compañías --unos 600 soldados-- apoyadas por 80 vehículos Humvee y con cobertura aérea de helicópteros y aviones F-16 acordonaron Latifiya, cortaron sus accesos y se avalanzaron a la vez sobre 18 casas previamente identificadas. Los objetivos de la operación fueron detenidos en los primeros momentos, aunque Abú Abdulá trató en vano de huir. Aun así, el "apabullante despliegue militar", en palabras de Johnson, disuadió a los detenidos de resistirse, por lo que la operación se saldó "sin disparos ni bajas". En la operación, de cinco horas de duración, sólo participaron militares estadounidenses.

El comandante añadió que ha habido más detenciones en las cercanías de Latifiya, pero no dio por acabada la resistencia contra las fuerzas de la ocupación.