La Oficina de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) de Estados Unidos, con sede en Washington, ha respondido a la consulta formulada por un ciudadano catalán en torno a la alerta sobre un atentado yihadista en la Rambla de Barcelona, enviada el 25 de mayo a las fuerzas del Estado y a los Mossos d'Esquadra. "Después de una búsqueda exhaustiva en nuestro registros y bases de datos, no hemos podido localizar ningún registro sobre su solicitud."

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) y algunos usuarios de Twitter han sentenciado en las últimas horas que esta contestación desmentiría la existencia de la alerta que este diario difundió y documentó el 17 y 31 de agosto, respectivamente. Y eso que el 'Major' de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, reconoció que el aviso desvelado por este diario llegó a la policía catalana el 25 de mayo, si bien negó que procediera de EEUU.

La ley de libertad de información (FOIA, en sus siglas en inglés) de 1967, al amparo de la cual se formuló esta consulta, obliga a todas la agencias federales a "revelar cualquier información solicitada", salvo si está afectada por alguna de las nueve exenciones recogidas en la propia norma. La primera exención reza así: "Información que sea clasificada para proteger la seguridad nacional. El material debe ser clasificado de acuerdo con una orden ejecutiva."

Documento íntegro. / PERIÓDICO

El Nacional Counterterrorism Center (NCTC), que coordina a todas las agencias federales de inteligencia de EEUU en todo lo relacionado con la lucha antiterrorista, canaliza el intercambio de datos con los servicios de información de otros países. La comunicación que el NCTC envió el 21 de agosto al centro antiterrorista español, en la que confirmaba que compartió con los Mossos la alerta de mayo, estaba clasificada como "secreta".