Joseba Egibar se desentiende por ahora del mensaje conciliador de Josu Jon Imaz después de que este se impusiera como futuro presidente del PNV en el proceso electoral abierto para suceder a Xabier Arzalluz. El todavía portavoz peneuvista advirtió, además, de que los estatutos del partido no prevén una fórmula para que pueda seguir formando parte de la ejecutiva (EBB) en la que ha trabajado 17 años. Aplazó hasta la primavera desvelar si opta a la presidencia del partido en Guipúzcoa.

Veinticuatro horas después de confirmarse su derrota, Joseba Egibar felicitó de manera pública a Imaz y anunció que el próximo 18 de enero, día de la asamblea general, se materializará su "despedida" del EBB, aunque mantendrá su cargo de portavoz parlamentario del PNV.

ESTARA VIGILANTE Decidido a "administrar" sus tiempos, evitó desvelar sus intenciones. Aunque existe la posibilidad de que pudiera acceder a la ejecutiva a través de convertirse en el presidente de la ejecutiva de Guipúzcoa, que deberá renovarse en primavera, no quiso ni comentar la jugada."Ya se verá", afirmó.

Egibar subrayó la importancia de la ponencia política que deberá aprobar la asamblea general porque supone "la hoja de ruta" para el partido. Dejó entrever que estará vigilante sobre el "cumplimiento" que de ella haga la ejecutiva si bien llegó a admitir que "no se trata de una doctrina inmutable" y que la dirección puede interpretarla.

Aunque evitó de forma premeditada las alusiones a Imaz, defendió la capacidad del todavía portavoz del Gobierno vasco para "hablar, contactar y negociar con quien tenga que negociar" y alabó su "cintura política". Además, tildó de "estereotipo falso" identificar a Imaz como partidario de pactar con el PSOE y a él de preferir a Batasuna. "No se puede simplificar tanto", comentó.