El Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK, en sus siglas en euskera) no mantendrá relación alguna con Batasuna hasta que, pasadas las elecciones, abra una ronda de contactos con "todas" las fuerzas políticas. Así lo confirmó ayer la cabeza de lista de esta formación en Vizcaya, Maite Aramburu, al valorar "muy positivamente" la llamada de la dirección de Batasuna a sus seguidores para que voten a EHAK.

Aramburu subrayó que el apoyo que les brinda la formación ilegalizada supone un "impulso extraordinario" para la democracia y la paz. Se felicitó de que haya surgido una "oportunidad histórica" para caminar hacia "un escenario de democracia", porque ésta "no existe", como lo prueban, dijo, las ilegalizaciones.

El nuevo partido celebrará esta tarde su primer mitin en el frontón Atano III de San Sebastián. La tribuna de oradores sólo la ocuparán miembros de la candidatura, aunque no descartan que entre el público puedan estar dirigentes y seguidores de Batasuna. En todo caso, la candidata por Guipúzcoa, Nekane Erauskin, pidió la asistencia al acto de "todos los rojos" de Euskadi.

Las candidatas evitaron opinar sobre las encuestas realizadas, que vaticinan la obtención de entre cinco y seis escaños, y se limitaron a precisar que perciben la "ilusión en la calle".