El Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) mantendrá su actividad parlamentaria aunque la administración judicial suspenda su actividad o el Gobierno inicie el proceso de ilegalización. Además, emprenderá acciones de protesta para denunciar el intento de eliminar al partido del "tablero político".

Tres de los nueve diputados con los que que cuenta EHAK en la Cámara vasca, Nekane Erauskin, Ane Auzmendi y Julián Martínez, anunciaron que su grupo no se quedará sentado ante los reiterados avisos de ilegalización. Se proponen celebrar encuentros con fuerzas políticas y sociales y quieren aprovechar los viajes parlamentarios al extranjero --el más inmediato es el de la Comisión de Industria, que se desplaza esta semana a Escocia-- para dar a conocer su situación.

Los nueve escaños de EHAK en la Cámara vasca son intocables. Como sucedió tras la ilegalización de Batasuna, los cargos electos mantendrán su representatividad hasta que concluya la legislatura y no podrán ser excluidos de la actividad del Parlamento vasco. El anterior presidente del legislativo, Juan María Atutxa, fue procesado por entender que el reglamento de la Cámara y la ley le impedían actuar contra Batasuna.

Pero EHAK no tiene ahora más actividad pública que la parlamentaria. Erauskin y Martínez reivindicaron el trabajo realizado desde su elección (abril del 2005) y anunciaron que seguirán la misma línea. La portavoz de EHAK dijo que su grupo "no tiene datos" sobre el supuesto desvío de fondos para pagar sueldos a dirigentes de Batasuna.

AGOTAR PLAZOS Por su parte, el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, defendió ayer que hay que ser "exquisitos" para ilegalizar a EHAK y ANV, y se mostró partidario de agotar los plazos y recoger pruebas para que el Constitucional no vea "desproporcionada" una medida que afecta a "la médula" del sistema democrático.