El Gobierno aprobó ayer el envío de 893 nuevos soldados a Afganistán para garantizar la seguridad para la celebración de elecciones en ese país, de acuerdo con lo establecido por las Naciones Unidas, según subrayó la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega.

La decisión pone fin a la participación en la operación Libertad duradera, bajo mando de EEUU, en la que España colaboraba con 217 militares de la fragata Numancia y 111 integrados en la Fuerza Internacional de Estabilización (ISAF) de Kabul.

Aunque el número de soldados españoles en Afganistán se situará entre los 940 y los 1040, buena parte de ellos regresará en septiembre y sólo quedarán 540 en ese país.

El Consejo de Ministros también acordó la participación en la misión de la ONU en Haití, aunque la cifra de guardias civiles que se enviará aún no se ha decidido.

El líder del PP, Mariano Rajoy, criticó que el Gobierno envíe tropas a Afganistán "de tapadillo" porque, a su juicio, intenta "lavar su mala conciencia" por haberlas retirado de Irak. Rajoy afirmó que Zapatero "se ha convertido en el señor que hace todo lo que le manda Chirac, que hace antiamericanismo de palabra un día sí y otro también".