El martes pasado, hacia las 21.30 horas, el presidente del Congreso, Manuel Marín, anunció a representantes de los grupos la anulación de la visita de Obiang a la Cámara baja. La decisión se tomó en medio de un fuerte rechazo al acto de varios grupos minoritarios. El PP y el PSOE aceptaron la decisión. Ayer, la presidencia del Congreso atribuyó la cancelación al Ministerio de Exteriores, mientras que un portavoz de la Moncloa la achacó a la Cámara. Los líos no acabaron ahí. A la comida de Miguel Angel Moratinos con su homólogo guineano Pastor Michá solo asistió, de todos los diputados invitados, el canario Luis Mardones.

Mariano Rajoy se reunió con Obiang en un hotel y le urgió "sin complejos" a la apertura democrática de su país, según contó a la prensa el secretario de relaciones internacionales del PP, Jorge Moragas. Dijo que Rajoy se reunió con el líder guineano porque se lo "pidió" el Gobierno y para "arropar" al Rey, sugiriendo que el Ejecutivo había metido al Rey en una situación incómoda. La Moncloa acusó al PP de "mentir" y "manipular" al presentar como una petición especial a Rajoy una invitación que siempre se hace, por protocolo, al líder de la oposición para que se reúna con los mandatarios extranjeros de visita oficial.