Tras 48 horas de reuniones, el ministro del Interior, ALfredo Pérez Rubalcaba, forzó el optimismo para afirmar que la buscada unidad contra ETA "está mejor que antes". La realidad es que solo ha conseguido un tímido avance en las relaciones con el PP, que en la práctica se traduce en la aquiescencia de Eduardo Zaplana para participar en la próxima ronda que convocará el ministro en 15 días. En ningún caso ha logrado la unidad que el Gobierno perseguía cara a la comparecencia de Rodríguez Zapatero el próximo lunes, cuando apoyarán la política antiterrorista del presidente los mismos grupos que ya lo hacían.