El comisario Cabanillas dio ayer una de las sorpresas del juicio al expresar su convicción con respecto a que Jamal Ahmidan, El Chino, inmolado en Leganés, era el portavoz de Al Qaeda en Europa, que en las reivindicaciones del 11-M y otras acciones se presentaba con el alias de Abu Dujan al Afgani. Esta afirmación contradice el escrito de la fiscalía, que atribuye ese papel al procesado Yusef Belhadj, para quien solicita más de 38.000 años de prisión como uno de los presuntos autores intelectuales de los atentados. También trascendió que, en el ordenador hallado en los escombros de Leganés, la policía encontró planos de armas de destrucción masiva.

Un acusado, Mahmoud Slimane, se puso a llorar al contar Cabanillas que llamó dos veces por teléfono a El Chino, el 28 y 29 de febrero del 2004. Slimane intentó luego agredir a un compañero, por lo que el juez ordenó que le pusieran grilletes.