Se acerca el día de la votación clave en el Parlamento de Cataluña y el camino de Miquel Iceta hacia la presidencia del Senado se hace cada vez más empinado. ERC bloqueó ayer la elección del líder del PSC anticipando un voto en contra que hoy debe ratificar el grupo parlamentario. El gesto de los republicanos, que rompería el pacto no escrito entre los partidos de apoyarse mutuamente las propuestas de senadores, podría arrastrar a JxCat a hacer mañana lo mismo, cerrando así la puerta a la designación de Iceta, apuesta de Pedro Sánchez para presidir la Cámara de la que depende la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El líder de los socialistas catalanes avisó de que irá al Constitucional si los independentistas bloquean su salto al Senado.

«Tendremos que ver cómo defendemos nuestro derecho a proponer quién debe sustituir a José Montilla en el Senado. Hay una ley del Parlament que es la que establece cómo se tienen que sustituir los representantes de la Generalitat en el Senado. Esto podría ser eventualmente un recurso delante del Constitucional», comentó Iceta en declaraciones en TV-3.

Incertidumbre / El primer secretario del PSC reconoció ayer que avisó a Sánchez, cuando este le propuso que fuera el segundo presidente catalán de la historia del Senado, que se podía dar este escenario de incertidumbre: «Le dije que esto podía suceder y me respondió que era inconcebible». El PSOE no se plantea un plan b para el Senado, ya que «no conciben» que se pueda bloquear la designación de un senador porque es algo que «no ha pasado nunca».

El líder del PSC enmarcó los contactos entre Adriana Lastra, mano derecha de Sánchez en el Congreso, y el republicano Gabriel Rufián en la normalidad del inicio de legislatura, pero remarcó que ni el PSC ni el PSOE están negociando nada con los independentistas y que, de momento, solo tienen el apoyo explícito de los comuns. El día 21 se tiene que elegir el presidente del Senado y el primer secretario de los socialistas catalanes ha dejado claro que si no es investido, entonces no lo será durante esta legislatura.

La decisión del núcleo duro de Esquerra, avanzada por Nació Digital, de cerrar el paso a Iceta se abordará hoy en la reunión del grupo parlamentario. En una legislatura en la que la influencia de los republicanos en el Congreso será menor, pese a casi duplicar su representación, pocas oportunidades se les presentaran para mostrar los dientes. Y esta ha sido la primera.

Sin margen para negociar / Con todo, no es casual que el líder de facto de ERC, Pere Aragonès, introdujera un poco de distensión el pasado sábado, a la salida de su visita a Oriol Junqueras. No es difícil imaginar que fuera el propio jefe de filas, en prisión preventiva, quien aconsejara cierta bajada de tono. De todas formas, fuentes republicanas argumentan que «Iceta no ha ayudado nada», aunque reconocieron que el hecho de que coincida en plena campaña electoral también condiciona: «Estamos en plena campaña y todos los votos cuentan. No hay estrategias a largo plazo», señaló.

La negativa de ERC podría arrastrar consigo a JxCat. Desde las filas neoconvergentes señalaron que «más importante que el sentido del voto es el relato que se haga». Desde que Elsa Artadi dijo que ya «no se cobra por anticipado», la formación de Carles Puigdemont no ha especificado que contrapartidas querrían.

Por su parte, Albert Rivera dejó claro que Cs no piensa «bloquear» el funcionamiento institucional del Parlament porque «sería mal precedente». Aunque ha asegurado que no tienen decidido el voto, solo votarán en contra en el Senado. Iceta solo necesita mayoría simple, pero si ERC y JxCat se unen a la CUP bloquearían la jugada de Sánchez para situar a un catalán al frente de la Cámara que tiene la llave del 155.