El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza (PSOE), afirmó ayer que la "marcha atrás" en el proceso de paz es "muy difícil". Pese al progresivo aumento de la tensión en el País Vasco, el dirigente socialista se mostró optimista y dijo que la "crispación" está motivada por la cercanía de algún momento "importante".

A la espera de una reunión Gobierno-ETA, Elorza recomendó "prudencia, sensatez" y "discreción", así como "menos presiones por parte de ETA y Batasuna". Reconoció que el último comunicado etarra "sonaba bastante mal", aunque aseguró que el proceso "está vivo". Además, advirtió a ETA de que si vuelve "a las andadas" no logrará ningún objetivo político ni mayor apoyo social, sino todo lo contrario.

San Sebastián es precisamente la población vasca donde han tenido lugar los últimos ataques de kale borroka , cada vez de mayor entidad. El pasado sábado, cinco encapuchados prendieron fuego a un autobús urbano tras obligar a bajarse a los pasajeros que iban en su interior. Al otro lado de la frontera también se produjeron varios episodios violentos: en el País Vasco francés, la policía desactivó ese mismo día un artefacto casero colocado ante la vivienda de la ministra de Defensa, Mich¨le Alliot-Marie.

"AUTENTICA BARBARIE" Elorza calificó el incendio del autobús de "acto de auténtica barbarie" y exigió a los dirigentes de Batasuna que se desmarquen de la kale borroka. Por su parte, el secretario de política autonómica del PSOE, Alfonso Perales, reclamó apoyo para los gobiernos vasco y central ante el rebrote de la violencia callejera y solicitó el respaldo del Partido Popular.

La respuesta de los populares llegó a través del secretario ejecutivo de comunicación del PP vasco, Gabriel Elorriaga, quien acusó al presidente José Luis Rodríguez Zapatero de "ignorar lo que realmente está pasando en el País Vasco". Elorriaga denunció que se está dando un "evidente retroceso democrático".