La creación de empleo «de calidad» y un nuevo sistema de financiación autonómica que permita cubrir el déficit de la sanidad son las prioridades que el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, trasladará al nuevo gobierno de Pedro Sánchez. Asimismo, exigirá que «se ratifiquen» los compromisos ya adquiridos con respecto a la alta velocidad extremeña y un calendario de inversiones en carreteras y obras hidráulicas.

«La larga travesía hasta tener un gobierno en España ha finalizado hoy (por ayer) con la toma de posesión de los ministros y esperamos que la política empiece ahora a estar pendiente de las personas», dijo en rueda de prensa. Fernández Vara destacó como «especial fortaleza» del nuevo gobierno que está muy pensado para que a este país le vaya bien en el ámbito económico y en ese sentido, consideró que una de sus prioridades tiene que ser el empleo. Un empleo «de más calidad que ahora», para evitar que el paro se siga reduciendo «a costa de la precariedad».

Para el jefe del Ejecutivo extremeño, otra de las cuestiones que el nuevo gobierno debe abordar de inmediato es la financiación autonómica, pendiente desde el año 2014. A su juicio, el debate sobre este tema no debe centrarse en actualizar la asignación que reciben las autonomías sino en calcular cuánto cuestan realmente los servicios para asegurar la «suficiencia financiera» de los que son esenciales. Como ejemplo, la sanidad, que en la región acumula un déficit de 182 millones de euros anuales por la aparición de nuevos tratamientos, unos fondos «que al final salen de otros ámbitos que también son importantes». Además, el presidente refirió aquí a la dependencia, para exigir que el Estado finalmente asuma y financie el 50% que le corresponde por ley.

Fernández Vara considera que el proceso para la reforma del sistema de financiación se tiene que empezar a debatir «en las próximas semanas». Reconoce que «no será sencillo» y por ello aboga por hacerlo en la Conferencia de Presidentes más que en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, para «compartir los grandes problemas que tiene España e intentar entre todos y con todos buscar la mejor solución de las posibles».

Por lo que respecta a las infraestructuras, el presidente de la Junta ha explicado que solicitarán una reunión «inmediata» con el ministro de Transportes, José Luis Ávalos, para que ratifique los compromisos ya adquiridos respecto a la alta velocidad (que las obras acaben este año y la electrificación de la vía en 2021) y establecer un calendario en relación a las infraestructuras viarias e hidráulicas. El objetivo, mantener el volumen de inversión actual del Estado en la región cuando el tren finalice.

«Los extremeños somos de los que hemos hecho el esfuerzo porque tenemos una de las presiones fiscales más altas del país y eso nos da voz para reclamar lo que nos corresponde», dijo Fernández Vara, que asegura que su Ejecutivo elaborará un calendario detallado con las reivindicaciones para cada uno de los nuevos ministerios.

MINISTROS EXTREMEÑOS / A preguntas de los medios, el presidente regional consideró «irrelevante» el hecho de que ninguno de los 22 nuevos ministros nombrados por Pedro Sánchez sea extremeño. «Yo lo que quiero es que los 22 piensen en esta tierra y trabajen por ella», dijo. Recordó que el gobierno tiene que ser «de todos los españoles y para todos los españoles», independientemente de donde hayan nacido. «El colmo ya sería que el Gobierno de España fuera una suma de representantes territoriales y nadie representara al país», señaló.

Fernández Vara tildó de «patética» la postura del PP en este tema, después de que José Antonio Monago dijera el viernes que el propio Vara podría ser ministro como premio por su fidelidad a Sánchez y después criticara su «escaso peso» en el partido a nivel nacional dada la «nula presencia» extremeña en el nuevo Ejecutivo. «Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedios», ironizó Vara.

El PP por su parte, reiteró las críticas y en palabras de su portavoz, Fernando Pizarro, prevé una legislatura «complicada» para la región, que tiene «grandes retos que son difíciles de afrontar individualmente». Apunta además que será «el gobierno más caro de la democracia», con más carteras que comunidades autónomas.