El constructor Ignacio Uria Mendizabal, asesinado hoy en la localidad guipuzcoana de Azpeitia, es la cuarta víctima mortal de ETA en lo que va de año y la primera que se produce tras la detención el pasado 17 de noviembre del considerado máximo dirigente de la banda, Garikoitz Aspiazu, "Txeroki".

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El pasado 7 de marzo, dos días antes de las elecciones generales, la banda asesinó al ex concejal socialista de Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) Isaías Carrasco, al que un terrorista tiroteó sobre las 13.30 horas cuando acababa de subirse a su coche para ir a trabajar en su puesto de cobrador de peaje de la autopista AP-1 en la vecina localidad de Bergara.

Dos meses después, el 14 de mayo, ETA acabó con la vida del guardia civil Juan Manuel Piñuel con una furgoneta-bomba de gran potencia que situó junto al cuartel del instituto armado en Legutiano (Alava) y que hizo explosionar sin previo aviso.

La última víctima mortal de la banda hasta hoy se había producido el pasado 22 de septiembre, cuando la explosión de un coche-bomba en el edificio del Patronato Militar Virgen del Puerto en Santoña (Cantabria) causó la muerte del brigada del Ejército Luis Conde de la Cruz.