Las multinacionales españolas con intereses en Latinoamérica prefieren dejar a un lado la refriega política y seguir trabajando con "normalidad". Tienen el convencimiento de que los exabruptos de los presidentes de Venezuela y Nicaragua, Hugo Chávez y Daniel Ortega, en la cumbre iberoamericana de Chile, contra las multinacionales españolas son "de cara a la galería" y no van a tener consecuencias sobre su actividad, según diversas fuentes consultadas. Por eso, prefieren no abundar en la polémica, que consideran "demasiado política", y pasar página, a pesar de los intentos del PP por azuzar esta controversia.

En un comunicado oficial, el Consejo Superior de Cámaras de Comercio expresó ayer su "reconocimiento y apoyo" al Rey y al presidente del Gobierno "por su cerrada actitud en defensa del respecto, la honestidad y la dignidad de las personas, de las instituciones" y también "de las empresas y empresarios españoles" ante los "insultos" de algunos mandatarios latinoamericanos.

COMPROMISO La institución, que preside el exministro socialista de Comercio Javier Gómez Navarro, ratificó el compromiso de las empresas españolas con "el desarrollo económico y social" de Latinoamérica. También reiteró su voluntad de profundizar en las condiciones "de estabilidad política y seguridad jurídica". El vicepresidente económico, Pedro Solbes, confió en que las empresas no se vean afectadas por la tensión de estos días. "El comportamiento de las empresas sigue una lógica distinta" explicó. Si están allí es "porque les interesa", pero también "porque a los países les interesa la presencia de esas empresas".

Algunas empresas españolas, como Unión Fenosa --de quien Daniel Ortega dijo que utiliza métodos "mafiosos" y "técnicas gansteriles"-- reiteraron ayer su voluntad de "seguir cooperando" con el Gobierno nicaragüense para corregir los graves problemas de abastecimiento eléctrico que sufre el país. Todo ello, a pesar de que los problemas tienen que ver más con la generación --que corresponde a compañías estatales-- que con la distribución eléctrica, encomendada a Unión Fenosa.

Otras empresas, como Telefónica --que tiene más de la mitad de sus clientes en Latinoamérica-- se limitaron a subrayar el buen momento económico de la región. Repsol reiteró su voluntad de permanencia en la región. Santander, BBVA, Aguas de Barcelona, Gas Natural, Iberdrola, Mapfre y Endesa están en la lista de grandes empresas en la ola de inversión en Latinoamérica de los noventa.