El segundo juicio civil por el accidente del avión Yak-42 que, en mayo del 2003, costó la vida a 62 militares españoles ha tenido un resultado prácticamente idéntico al del primero, celebrado en enero del 2006 y anulado por un defecto de forma. El juzgado de instrucción número 2 de Zaragoza ha determinado que un error humano fue la causa del siniestro y ha impuesto a las dos empresas responsables del vuelo --la contratista Chapman Freeborn y la aerolínea Ukranian Mediterranean Airlines (UM Air)-- el pago de una indemnización de 6.125.000 euros a las familias de las víctimas.

La magistrada María Teresa Real Clemente establece indemnizaciones de 60.000 euros para cada viuda o viudo de los militares fallecidos, 31.000 para cada hijo, 9.000 para los padres y 3.000 para los hermanos.

El fallo, de 92 folios, establece que la causa del accidente, ocurrido cerca del aeropuerto de Trabzon (Turquía) cuando el Yak-42 regresaba de Afganistán, fue "una cadena de gravísimos y temerarios errores cometidos por la tripulación", apunta que "no existe en ningún caso indicios de un fallo mecánico" y descarta que las condiciones meteorológicas o la labor de los controladores turcos incidieran en el siniestro.

Los abogados de las familias de las víctimas acogieron la sentencia con satisfacción, por cuanto reconoce la responsabilidad de las empresas organizadoras del vuelo, pero expresaron su desacuerdo con la cuantía de las indemnizaciones, lejos de los 63 millones de euros que pedían.

Por su parte, el portavoz de Defensa del PSOE en el Congreso, Jesús Cuadrado, afirmó que la sentencia del Yak-42 expone el "retrato moral del Gobierno de José María Aznar" y pidió a Mariano Rajoy que "saque conclusiones" y reconsidere mantener a Federico Trillo, entonces ministro de Defensa, con responsabilidades en el partido.