--¿Para qué debe servir la Conferencia de Presidente?

--La conferencia de presidentes me parece una decisión política de Zapatero de máximo relieve, que en el terreno práctico debe servir para superar la falta de entendimiento del Gobierno anterior con las comunidades; al menos con las gobernadas por socialistas. Y lo mejor para eso es institucionalizar las reuniones y regular por ley su contenido político.

--¿Tiene prioridades en las reformas institucionales?

--La gran reforma del Senado, llamado a ser cámara territorial, nos llevará a un debate a fondo, a partir de otoño, en el que debemos ser capaces de construir una política de Estado. Pero también es muy importante la reforma del sistema de financiación autonómica, sobre todo en sanidad. Eso sí, ni en uno ni en otro caso debemos crear fisuras que den lugar a estatus especiales.

--Las relaciones de las autonomías con la UE pueden seguir como están, puede incorporarse a las comunidades a la delegación española o ser directas. ¿Qué camino escoge?

--Me inclino por la vía intermedia. Debemos avanzar sin cuestionar la representación externa del gobierno y creo que es viable acoger a representantes autonómicos en las delegaciones de España. ¿La vía? Podemos ir a un sistema rotatorio, resolver la cuestión por ámbitos competenciales... Hay que estudiar los casos de otros países y, sin imitarlos, encontrar nuestra solución.

--¿Será necesario cambiar la Constitución para integrar el plan Ibarretxe o el estatuto político resultante?

--La situación del País Vasco es muy compleja y hay que abrir caminos para aproximarnos. Es difícil predecir cómo puede desenredarse la situación. Es importante que Zapatero inicie el contacto con el lendakari, cuyo plan tiene difícil salida en su formulación actual, ya que la reforma estatutaria debería hacerse en el marco de la Constitución. Confío en que avanzaremos en parte porque la política de Patxi López es muy flexible.

--¿Y avanza España hacia un estado federal?

--En España hay cierta prevención a utilizar la palabra federal.Rato ya dijo una vez algo así como que España es un Estado federal... , pero si lo dice un socialista se monta una buena. La verdad es que estamos en un modelo de corte casi federal.

--¿Será aún más dura la negociación de la financiación, con dinero de por medio?

--Será una discusión dura, ya que tenemos comunidades más desarrolladas que otras y diferentes capacidades de financiación. Pero al final debemos ser capaces de que todos accedamos a los servicios públicos en igualdad, mediante fondos de nivelación y suficiencia. Si se produce desigualdad, será un mal sistema.

--¿Qué le parece la posición de la Generalitat de Cataluña?

--Tengo afinidad con Maragall y con los socialistas catalanes. Son gente culta, imaginativa, innovadora... Y con una capacidad de pacto muy grande. Soy de los que lamentan la imagen negativa de Cataluña cuando es un ejemplo de la España plural. En ocasiones se deforma mucho lo que dicen los socialistas catalanes, cuando resulta que el PSC siempre ha reivindicado sentirse a gusto en España. El criterio de pagar por renta y recibir por población hay que matizarlo bien, para que no haya autonomías de segunda división.

--¿Habrá reforma estatutaria en Asturias?

--El proceso de reforma lo lidera el gobierno del principado con un objetivo: el máximo consenso político y social. Pero antes debemos completar el estatuto vigente. Para el nuevo estatuto tenemos trabajando a expertos en financiación, modelo de Estado, etcétera.

--¿Y su TV autonómica?

--Al retirar este gobierno el recurso al Constitucional, ya podemos constituir el consejo de administración, donde PSOE e IU tendremos mayoría.

--¿Echa de menos una fuerza regionalista en su tierra?

--Los asturianos tenemos una fuerte identidad y somos una comunidad histórica, pero nos sentimos de España. Y eso tiene su traducción política.

--¿Qué pasa con la Asturias subvencionada?

--Ya no es real esa imagen y así lo he ido explicando en conferencias por el país. Estamos cada vez más diversificados y nos parecemos cada día más a las otras comunidades. Incluso tenemos una balanza comercial equilibrada, lo que prueba nuestra fortaleza empresarial con capacidad exportadora.

--¿Se siente usted la imagen del principado?

--Llevo 5 años de presidente y considero que en Asturias hay estabilidad política, que es lo que importa. Todo esto es una labor de equipo y aquí trabajamos 31.000 empleados públicos, una masa crítica capaz de liderar el proceso de cambio en el que estamos. Desde el Principado nos preocupamos por lograr grandes acuerdos con patronal y sindicatos en empleo, industria, financiación... Y ahora también en vivienda y salario social. No sólo ofrecemos al sector privado estabilidad sino seguridad económica.