Que no les den por vencidos. Con ese fin, grupos de encapuchados recuperaron a última hora del miércoles su actividad en Vizcaya y Navarra, donde llegaron a interceptar un autobús de la línea que une Pamplona con Vitoria y, aunque no le prendieron fuego, dieron un buen susto a la veintena de viajeros.

El asalto se produjo a las 22.00 horas en la localidad de Arbizu. En la parada, dos encapuchados aprovecharon el descenso de varios ciudadanos para colarse en el interior del autobús y amenazar al chófer con una lata de gasolina, que no utilizaron.

En una operación rápida y calculada, le obligaron a cruzar el vehículo en la carretera y se llevaron las llaves mientras otros jóvenes pintaban el exterior de la carrocería con frases en defensa de los presos de ETA y contra las detenciones practicadas para desarticular la estructura de Ekin en Navarra.

Cuando los encapuchados huyeron, el chófer reinició la ruta escoltado por la policía y con unas llaves de repuesto.

Por otra parte, las fachadas de varios edificios del municipio vizcaíno de Lekeitio amanecieron ayer con pintadas contra el alcalde y su partido (PNV). Los radicales dibujaron dianas poniendo en el centro las siglas del partido o el nombre del presidente de la corporación municipal, José María Cazalis.