Los tres presuntos miembros de Al Qaeda detenidos el martes en Barcelona se encuentran ya en la cárcel. Dos jueces de guardia decretaron su ingreso en prisión, con carácter incondicional y sin fianza, al estimar que existen indicios suficientes para determinar que pertenecen a "una asociación ilícita para la preparación y comisión de atentados". Según esos indicios, los marroquís Mohamed Laksir, de 23 años; Mulay Lahucine Miftah Idrisi, de 27, y Mohamed Akazim, de 32, reclutaban a jóvenes inmigrantes para reforzar la estructura de Al Qaeda en el Magreb.

Fuentes de la investigación aseguraron que "los detenidos realizaban labores de captación y adoctrinamiento de la enseñanza más radical del islamismo". Después, esos jóvenes cometían atentados en Marruecos o Argelia, o se iban a combatir a Irak, según determinara la jefatura de Al Qaeda, instalada en Pakistán y Afganistán. Los tres apresados han quedado a disposición de la Audiencia Nacional, que deberá decidir si autoriza su extradición a Marruecos, que ya cursó en el 2005 una orden de busca y captura contra los tres por su relación con varios atentados.