El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, dio la cara ayer en una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros con un as guardado en la manga para intentar calmar el malestar desatado por la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos, que investigaba la vinculación entre la manifestación feminista del 8-M y la propagación del coronavirus.

Pocas horas después de anunciarse la dimisión del número dos de la Guardia Civil, Marlaska anunció el pago del tercer y último tramo del proceso de equiparación salarial de los policías nacionales y los guardias civiles con los miembros de las policías autonómicas, lo que supondrá un desembolso para el Gobierno de 247 millones de euros. La aplicación de este tercer tramo se realizará en los próximos meses, pero con efecto retroactivo al 1 de enero.

El ministro desvinculó esta decisión de la crisis abierta en la Guardia Civil. Las actualizaciones anteriores se produjeron en octubre del 2018 y abril del 2019. Ambas sumaron 560 millones, a los que se añadirán ahora otros 247 millones.