Tras el ingreso en prisión del ya exalcalde de Estepona, Antonio Barrientos, por el estallido del caso Astapa , la principal incógnita ahora es conocer el futuro del Gobierno municipal. La corporación en funciones que dirige el ayuntamiento se pronunció ayer a favor de seguir llevando las riendas, aunque los partidos que integran la coalición --PSOE, PA, IU y Estepona 2007-- coincidieron en la urgencia de cambios.

El primero, y casi indispensable para todos, es la dimisión de los ediles imputados y en libertad bajo fianza que aún no han renunciado a su acta. En concreto, son cuatro concejales socialistas y dos del Partido Estepona (PES), este último en la oposición junto con el PP. El alcalde en funciones, Rafael Montesinos (PA), abogó por la continuidad de la coalición, pero "con cambios". Pese a manifestar su preferencia por que siga gobernando la candidatura con más concejales, Montesinos dijo que "no se puede descartar nada" cuando se le preguntó por la posibilidad de integrar a la oposición, en un Gobierno de concentración.

Así, la incertidumbre presidirá la reunión de hoy entre los cuatro partidos de gobierno para analizar la situación. El escenario es complejo porque cualquier decisión que tomen quedará condicionada a la reunión, mañana, del comité provincial del PSOE, que estudiará la constitución de una gestora municipal, opción rechazada en un principio por los socialistas.

Mientras, los tres concejales del PES no imputados en el caso afirmaron que esta operación es una "vendetta política, una aniquilación y una persecución" contra su partido, considerado heredero del GIL. El edil Juan Manuel Rodríguez, al frente del partido, dijo que el PES "no se disolverá, perdurará y seguirá".