Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) será el principal aliado estable del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el próximo curso político. Los ocho diputados que los independentistas catalanes tienen en el Congreso votarán sistemáticamente con el PSOE a favor de las iniciativas gubernamentales si prospera el acuerdo que ya negocian con el Ejecutivo. El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Puigcercós, consideró ayer "muy probable" que el pacto de estabilidad anual se materialice en los primeros días de septiembre.

El líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, ultimará personalmente los detalles del acuerdo en una reunión que tiene previsto mantener con el jefe del Ejecutivo durante el mes de septiembre. En esa entrevista, aclarará a Rodríguez Zapatero que el apoyo parlamentario debe desvincularse del proceso de reforma del Estatuto catalán, según fuentes de ERC.

SOLIDIFICAR LA ALIANZA Siguiendo el encargo de Zapatero, la dirección del Grupo Socialista en el Congreso lleva trabajando desde el pasado julio para lograr el apoyo parlamentario necesario para aprobar los Presupuestos Generales del Estado y procurar, en lo posible, solidificar esa alianza para sostenerla durante el próximo año. Los primeros objetivos del equipo que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba han sido ERC e Izquierda Unida (IU), cuyos diputados suman uno más de los 12 que le faltan al partido socialista para la mayoría absoluta. Y la negociación empieza a dar sus frutos con los republicanos catalanes.

Esquerra ya ha definido las "prioridades" que desea ver reflejadas en las cuentas del Estado para el 2005 a cambio de esa estabilidad. Además de importantes obras de mejora de infraestructuras --especialmente ferrocarriles--, ERC quiere financiación para los ayuntamientos con un elevado índice de población inmigrante y dotación económica para el fomento cultural y lingüístico del catalán.

Para ninguna de esas pretensiones encontrará dificultades por parte del Ejecutivo, toda vez que coinciden con promesas que el PSOE lanzó en su programa. También hay coincidencia con las pretensiones del Ejecutivo en las cuestiones no específicamente catalanas que persigue ERC. Los republicanos quieren negociar mejoras fiscales para los pequeños empresarios y avances sociales para los autónomos, además de un incremento de las pensiones contributivas que se corresponda con el que el Gobierno aprobó para el Salario Mínimo Interprofesional.

Izquierda Unida también está dispuesta a negociar acuerdos anuales con el Gobierno, aunque lograrlos no parece tan fácil por ahora. Según su coordinador general, Gaspar Llamazares, también serán los presupuestos el marco de referencia de ese pacto de estabilidad, pero precisó que deberán reflejar "prioridades" defendidas por la izquierda, entre las que mencionó la investigación con embriones o la ampliación de la ley del aborto, una cuestión que el Gobierno ya ha calificado de no prioritaria.

"COMUNIDAD NACIONAL" Mientras, el presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, insinuó ayer que el presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio, baraja la denominación de Cataluña como "comunidad nacional" como una posibilidad para el redactado de la Constitución cuando sea reformada. En julio, Maragall aseguró que Rubio está a favor de un régimen diferenciado para Cataluña, Euskadi, Navarra y Galicia.