El PSOE llega a la reunión clave con Unidas Podemos hoy con más fuerza para intentar convencer a los morados de que se avengan a aceptar un pacto programático sin coalición. Los socialistas recibieron el compromiso de ERC y PNV de que no bloquearán su investidura ayer, los republicanos con una abstención y el grupo vasco dispuesto a un sí. Con este respaldo el rechazo le sale más caro a Pablo Iglesias, puesto que queda solo con las derechas en el bloqueo. Atados los nacionalistas, los equipos negociadores de PSOE y Podemos se sentarán a un encuentro que se intuye determinante: si no se avanza hoy se diluyen casi todas las posibilidades de un acuerdo que, en lo factible, debería cerrarse como tarde entorno al día 15.

No era el contexto más cómodo para que ERC apostase por la abstención. Con la Diada a la vuelta de la esquina, la sentencia del procés en el horizonte y el rechazo al referéndum de autodeterminación en el programa presentado por Sánchez, la esfera política estatal apostaba porque los republicanos darían portazo al PSOE. No fue así. El principal partido independentista catalán prioriza evitar las elecciones, ante el riesgo de que la derecha lograse llegar a la Moncloa. No solo se niega a participar en el bloqueo político, sino que apremia a Unidas Podemos a llegar a un acuerdo con reproches incluidos a los morados.

Los portavoces de ERC, Gabriel Rufián y Carolina Telechea, trasladaron su posición a la portavoz socialista Adriana Lastra y al ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, en un encuentro en el Congreso ayer. Tras la reunión, Rufián lamentó que el PSOE haya incluido en las 370 medidas para un gobierno progresista su rechazo al referéndum, algo que no aparecía en el programa electoral de abril. ERC considera que es un «párrafo nefasto» e «innecesario», pero no determinará su posición.

«Por ERC no será», señaló Rufián y reprochó a Iglesias que se atrinchere en argumentos como la «humillación» cuando ERC, alega, tendría motivos más contundentes para no facilitar la investidura. «Iglesias habla de que le humillan. Es curioso porque nosotros formamos parte de un partido que tiene a su presidente en la cárcel y a su secretaria general en el exilio», afeó Rufián, que calificó el argumento de Iglesias de «testosterónico». El recado molestó a los comuns y su portavoz, Jaume Asens, acusó en Twitter a Rufián de alinearse con los poderes fácticos, algo que terminó en un rifirrafe en la red social.

El PSOE no prevé reuniones con JxCat, algo que no gustó en Waterloo. En cambio Sánchez se reunió con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en la primera cita del peneuvista en la sede del PSOE en Madrid. El grupo vasco se abrió a apoyar la investidura, a pesar de que las dudas que le suscitan algunas de las 370 medidas que Sánchez propone, y exhorta a Iglesias a pactar.

«Casi nos atrevemos a rogarles, a conminarles a que se sienten a negociar cuanto antes», pidió. Tras dos horas de reunión, admitió que volvía a Bilbao con el deseo de que haya investidura pero con la sensación de que la realidad apunta a elecciones.

El PSOE acude a la reunión «muy esperanzado» en poder avanzar hacia un acuerdo pero, también, consciente de que si la cita no tiene un resultado positivo quedarán pocas vías para evitar la repetición electoral. Los podemistas ven «nerviosos» a los de Sánchez, siguen pidiendo la coalición y sugieren que la Moncloa tiene ya el avance de una encuesta en la que el presidente no sale bien parado.