Fumata blanca a la vista, a la espera de que el próximo día 2, el consejo nacional de ERC ratifique lo que la dirección le propone: que «vale la pena» intentar el acuerdo alcanzado con el PSOE para facilitar la investidura de Pedro Sánchez a cambio de constituir una mesa de diálogo entre gobiernos sobre el conflicto catalán, presidida por ambos presidentes, español y catalán. El casi sí de EC llegó a la misma hora que el president Torra insistía en un tono más exigente y crítico con el PSOE y JxCat emitía un sentido cargando contra las intenciones del PSOE y Podemos.

Pero tras una larga reunión de la ejecutiva de ERC, la portavoz del partido, Marta Vilalta, fue clara: «Solo podremos comprobar si esto va en serio si lo intentamos, por tanto solo podremos comprobar si este es el mejor de los instrumentos y esta es la mejor de las vías, la mesa de negociación entre gobiernos, si lo intentamos, y creemos que vale la pena intentarlo». Vilalta trató de subrayar el escepticismo con el que su partido acoge este inicio de acuerdo, pero en todo momento mostró una predisposición favorable de la ejecutiva.

Y quizás para blindarse ya de las críticas internas del independentismo cuando el pacto sea una realidad, Vilalta recordó que el soberanismo ha reclamado recientemente seat and talk (sentarse y hablar) al Estado y también que el Govern de la Generalitat acordó emprender el camino del diálogo con el Gobierno.

La intervención de Vilalta no despejó detalles respecto al acuerdo más allá de confirmar que se basa en la conocida mesa de diálogo y que en ella se abordarán las exigencias que suscitan los «grandes consensos» de la ciudadanía catalana.

Respecto a la condición que puso ERC al Gobierno para que la Abogacía del Estado ratificara la sentencia de la Justicia Europea favorable a la inmunidad de Oriol Junqueras, ayer Esquerra no consideró que el informe de la Abogacía -conocido el lunes- representase un «gesto» a favor de los republicanos sino que se trataba de cumplir la ley. «La sentencia del TJUE no se negocia», afirmó con rotundidad la portavoz de Esquerra.

A la espera de la decisión del consejo nacional, los republicanos dan un paso adelante no exento de tensión en el seno del soberanismo. Ayer un minúsculo grupo de independentistas se concentró ante la sede de ERC en contra del pacto con Sánchez. Y el expresident Puigdemont cargó en un tuit contra las referencias a Cataluña en el pacto PSOE-Podemos. Con todo, ERC insistió: «Es una oportunidad para el independentismo, tenemos la obligación de intentar aprovechar porque activar la vida política es imprescindible, y somos conscientes de que un nuevo engaño del Gobierno podría ser definitivo».

Vilalta defendió de hecho que tras este acuerdo ha llegado el momento de que la militancia de ERC «valide o no este acuerdo», y rechazó valorar si es posible la investidura de Sánchez antes del día de Reyes porque la convocatoria del pleno del Congreso no depende de los republicanos.

Así, el Consell Nacional, en el que participan entre 270 y 280 militantes, decidirá si ERC se debe replantear su no a la investidura para abstenerse, lo que permitiría que Pedro Sánchez sea investido presidente.

Preguntada en rueda de prensa por si el acuerdo contempla que en la mesa participen los dos presidentes, el autonómico y el de España, Vilalta insistió en que es una negociación entre gobiernos y, por tanto, «se incluye a las personas que están al frente de los gobiernos», pero no dio más detalles.