Las etiquetas han dejado de ser válidas en Podemos, un partido que trata de redefinir su identidad tras el golpe que supuso el resultado del 26-J. No lograr el soñado ‘sorpasso’ al PSOE espoleó el debate entre las diferentes familias y el sector más afín al secretario político, Íñigo Errejón, decide dar un paso adelante para presentar un proyecto que no repitiera los errores que, admiten, ha cometido el partido. En ese proceso de reflexión, que ha durado todo el verano, han conseguido sumar a parte de dirigentes de peso que hasta ese momento eran cercanos a las tesis de Pablo Iglesias.

El resultado es un proyecto, Adelante Podemos, con el que los alineados con el 'número 2' van a disputar el poder en laComunidad de Madrid, la federación clave, donde Iglesias y Errejón crearon el embrión del partido y que sigue siendo el alma de la organización, pero también su talón de Aquiles.

Este miércoles, por sorpresa, Rita Maestre, portavoz delAyuntamiento de Madrid y cara visible del sector errejonista, yTania Sánchez, exdiputada autonómica de IU que se integró en la corriente pablista, han presentado una candidatura conjuntapara disputar la dirección del partido a los oficialistas. “Somos personas que venimos de trayectorias políticas distintas, pero tenemos la voluntad de mirar hacia adelante. Es la superación de un ciclo y comienzo de otro”, resume Maestre.

Presentan ese nuevo ciclo dando el primer golpe. El sector alineado con Iglesias ha aupado en los últimos meses al senador Ramón Espinar, pero aunque se da por hecho que será el candidato, lo cierto es que todavía no ha hecho oficial que vaya a concurrir a la secretaría general madrileña.

Los errejonistas tenían claro que para competir con Espinar necesitaban una apuesta fuerte para contrarrestar su gran visibilidad en los medios. Sabían que no podían competir con un candidato desdibujado y necesitaban primeras espadas, requisito conseguido con Maestre y Sánchez, curtidas en tertulias y con fuerte liderazgo personal. Pero el verdadero reto es que Adelante Podemos consigue algo que parecía imposible, aunar a dirigentes que provienen de tesis ideológicas enfrentadas, que originan gran parte de las disputas en el partido: IU y el populismo de Ernesto Laclau.

PULSO DE FONDO

La sacudida es profunda en términos internos. Pone de manifiesto que una parte significativa entorno de Iglesias discrepa del rumbo que ha tomado la organización, pero, lo más sorprendente, es que demuestra que Errejón ha conseguido acercar a sus postulados a personas que estaban encuadradas con el número uno. Más allá de Tania Sánchez o Hugo Martinez-Abarca (ambos exIU) el secretario integra a figuras como Miguel Vila, diputado y ‘número 2’ de Podemos en Madrid, que da el paso hacia este nuevo proyecto y se aleja del oficialismo.

Maestre y Sánchez se esfuerzan en señalar que la iniciativa se circunscribe a la Comunidad de Madrid, pero resulta inverosímil creer que este pulso de fuerzas solo se lea en esa clave territorial, con un partido que quiere convocar, a principio de 2017, una Asamblea Ciudadana en la que deberá redefinir identidad y liderazgos. Si se trata del núcleo de un proyecto estatal diferente al de Iglesias o solo un mensaje de fuerza para que el secretario general vuelva a las tesis transversales está por ver.

De momento, Adelante Podemos busca tomar el poder del partido en Madrid, durante la Asamblea Ciudadana regional, prevista para octubre y noviembre, tras el incendio del pasado marzo, cuando una decena de dirigentes errejonistas dimitieron en bloque. Acusaron al secretario general, el oficialista Luis Alegre, de “inacción” y las llamaradas llegaron hasta la estructura estatal. Iglesias destituyó al secretario de Organización, Sergio Pascual, de la máxima confianza de Errejón, decisión que evidenció la fractura de Podemos en dos almas.