Habrá cambios para que la Ertzaintza también detenga a terroristas", dijo en mayo del 2009 el recién nombrado consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares. Ayer se cumplió la promesa. Cinco presunto etarras fueron detenidos de madrugada por la nueva división antiterrorista de la policía autonómica vasca en diversos municipios de las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya. Es uno de los más duros golpes que la Ertzaintza ha infligido a ETA en toda su historia. No solo era un comando legal (no fichado aún por la policía), sino que a los detenidos se les incautaron armas de fuego y material para construir cinco bombas lapa, es decir, capacidad de matar. No obstante, a la alegría por la detención le sucedió de inmediato una agria polémica. El portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, presumió tanto de la operación que ofendió al PNV.

"No quiero echar tierra sobre la gestión del anterior gobierno, pero por un motivo u otro la Ertzaintza no practicó detenciones. Se hicieron otras cosas, pero creo que habría que haber puesto algo más de empeño", se jactó Pastor. No fue mucho más allá de lo que en mayo del 2009 dijo Ares, pero la controversia fue ayer mucho más mayúscula que entonces. Tanto, que obligó al propio Ejecutivo vasco a salir al paso con una suerte de disimuladas disculpas, en forma de nota oficial, con la ingeniosa fórmula de reconocer el "compromiso de la policía vasca en la lucha contra el terrorismo ayer, hoy y mañana". Trataba así de aplacar la ira del PNV que, tras escuchar Pastor a través de la radio, había concluido que se acababan de "traspasar todas las líneas posibles en la política".

El enojo de los nacionalistas vascos tenía, al menos en esta ocasión, un sólido fundamento. Fuentes de la Audiencia Nacional explicaron ayer que, primero la Ertzaintza ha investigado y ejecutado la operación contra ETA de forma ejemplar, y, segundo, que las primeras pesquisas se iniciaron hace un año, por lo tanto con Juan José Ibarretxe aún como lendakari.

ZAPATERO Y RUBALCABA El rifirrafe, con todo, quedó circunscrito al País Vasco. Las felicitaciones que recibió la Ertzaintza de parte de José Luis Rodríguez Zapatero --"se trata de una noticia excelente"-- y del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba --"la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza van a seguir trabajando juntas hasta acabar con ETA"--, no avivaron el fuego de la polémica. Fuentes de Interior incluso fueron inequívocas en desmentir, por si acaso se abonaba esa hipótesis, que esta fuera una operación servida en bandeja a la Ertzaintza para lucimiento de Patxi López. Subrayaron que la detención de Ibai Iparragirre Burgos, Javier Zubizarreta Lejardi, Jon Iñaki Esnaola Alba, Xeber Uribe Beitia y Asier Badiola Lasarte es obra, de pe a pa, de la policía vasca.

A ese comando legal se le atribuye, sobre todo, la colocación de un coche bomba el 21 de septiembre del 2008 frente a la comisaría de la policía vasca en Ondarroa. No hubo víctimas mortales, pero sí 11 heridos. ¿No tiene el comando detenido ayer, pues, delitos de sangre en su historial? Fuentes de la lucha antiterrorista reconocieron ayer que, aunque aún sin poderlo confirmar, sospechan que Iparragirre, presunto jefe del comando, participó de algún modo en el asesinato del brigada Luis Conde en Santoña (Cantabria), en septiembre del 2008.

CANDIDATO ABERZALE A la espera de establecer la vinculación entre Iparragirre y la muerte de Conde, la división antiterrorista de la Ertzaintza sí pudo subrayar ayer que uno de los cinco detenidos, Uribe, se presentó como candidato a las elecciones municipales del 2007 en una de las listas después ilegalizadas por el Tribunal Supremo por ser un sucedáneo de Batasuna.