El tradicional tira y afloja por los precios del gas y el diálogo sobre el futuro del Sáhara Occidental que tradicionalmente monopolizan las reuniones bilaterales entre Argelia y España dejaron ayer paso al terrorismo de Al Qaeda, un asunto que ha vuelto a las portadas en los últimos días por la supuesta amenaza en los aeropuertos en todo el mundo y que en España tiene tres nombres propios desde hace más de un mes: Albert Vilalta, Roque Pascual y Alicia Gámez.

La situación de los cooperantes catalanes, secuestrados en Mauritania por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), centró ayer la sesión de la cuarta Reunión de Alto Nivel (RAN) entre los dos gobiernos, que llevó a Madrid al presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, y a cuatro de sus ministros (Asuntos Exteriores, Interior, Energía y Obras Públicas). El país magrebí "está prestando una apreciable colaboración en el caso de los cooperantes españoles secuestrados en Mauritania con el objetivo de proteger y garantizar la vida de los secuestrados", según un comunicado oficial del Gobierno.

INFORMACION FLUIDA Fuentes del ministerio que controla Miguel Angel Moratinos explicaron ayer que el Ejecutivo español está interesado en que los países del Magreb y del Sahel --la franja al sur del desierto del Sáhara que cruza Africa-- colaboren en materia antiterrorista con un intercambio fluido de información, para conseguir frenar la implantación de Al Qaeda. El Gobierno teme que esa región "se convierta en un punto desestabilizador y de amenaza terrorista potencial para Europa", y por eso ayer ofreció todo el apoyo necesario a Argelia, país que se ha puesto al frente de esa incipiente coordinación. El Ejecutivo no quiso detallar cómo se concretará esa ayuda.

Esta colaboración africana, que en el 2009 dio un paso importante con la firma de un acuerdo entre Argelia, Malí, Mauritania y Níger, topa con obstáculos insalvables por ahora: los conflictos bilaterales históricos. El abismo entre Argelia y Marruecos y el a menudo difícil encaje de Libia y Túnez complica el intercambio de información para luchar contra los terroristas.

DEMANDA DE DISCRECION Sobre el secuestro, Moratinos volvió a pedir discreción y no quiso dar detalles sobre la situación de los cooperantes en la rueda de prensa que ofreció con su homólogo, Mourad Medelci. Preguntado por la opinión del Gobierno español sobre la petición hecha por Buteflika ante la ONU para que se prohíba el pago de rescates y ahogar la financiación terrorista, el jefe de la diplomacia dijo que el Ejecutivo "comparte" esa posición. "El Gobierno español no paga rescates. Esa posición es firme", añadió.

El Gobierno argelino aprovechó la reunión para pedir que España dé más facilidades en la concesión de visados. El ministro de Exteriores se quejó de que sus ciudadanos tienen que esperar "muchos meses" para visitar a sus familiares. Esta cuestión es trascendental para Argelia, que ha condicionado el acuerdo energético con la UE a que se facilite la circulación de personas.

El presidente Buteflika no se reunió finalmente con el rey Juan Carlos, un encuentro que se llegó a incluir en la agenda. El ministro de Exteriores argelino quitó importancia a la anulación y dijo que ambos mantienen "una gran relación".