España es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que ha sufrido una mayor caída del flujo migratorio como consecuencia de la crisis, informó hoy esa organización en la en la presentación de su informe anual. España está a la cabeza de los treinta países de la OCDE en pérdida de inmigrantes con una bajada del 43% en 2008 respecto al año anterior. Si en 2007 llegaron a España 682.300 inmigrantes, en 2008 la cifra se situó en los 391.900 personas, esto es, un descenso de 290.400.

En el informe de la Inmigración 2010, la OCDE señala que el "predecible" descenso de recién llegados a España se debe "al deterioro de la economía". El estudio afirma asimismo que "las condiciones de los inmigrantes han empeorado significativamente al tiempo que la recesión se hacía más profunda". El comisario europeo de Empleo, Laszlo Andor, ha afirmado que "el golpe de la crisis ha sido especialmente duro" para los inmigrantes en España porque este colectivo "estaba sobre representado en sectores que han sentido especialmente la coyuntura económica, como la construcción".

Igualmente, se explica que el plan de retorno voluntario para inmigrantes impulsado en 2008 "no ha tenido demasiado uso". Según los datos de la OCDE, "de las 136.000 personas que podían optar a ese plan de retorno voluntario, sólo 10.000 se habían acogido". Por detrás de España, aunque a una distancia notable, se sitúan la República Checa (-27%), Italia (-26%) e Irlanda (-24%). En el conjunto de los treinta países de la OCDE, el descenso del flujo de inmigración fue del 7%, y se situó en 4.183.000 inmigrantes (337.400 menos que el año precedente).

La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, así como el de Empleo, -ambos presentes en la presentación del informe-, han coincidido en destacar la importancia de la inmigración para la economía europea. "En los tiempos de crisis siempre hay quien aprovecha para lanzar un mensaje populista contra los inmigrantes en vez de señalar lo fundamentales que son para el desarrollo económico de los países de acogida", ha señalado Malmstrom. El director general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, ha sentenciado que "los inmigrantes son parte de la solución, no del problema" al referirse a la crisis económica.

Gurría ha señalado asimismo que "todo indica" a que se reducirá "el flujo de inmigrantes" de cara a este 2010 e, incluso, al 2011. Esa tendencia continuista se justificaría en que "la incipiente recuperación todavía no se traduce en crecimiento del empleo".