El Gobierno sufrió ayer un estrepitoso fracaso diplomático en su aspiración de colocar a un general al frente de la cúpula militar de la OTAN. El candidato español a la presidencia de su Comité Militar, el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Félix Sanz Roldán, fue eliminado en la primera de las votaciones frente a sus rivales, el italiano Giampaolo Di Paola, y el polaco Franciszek Gagor, lo que evidenció la escasa influencia de España en la OTAN y que los roces con EEUU no se han superado

El puesto recayó finalmente en el candidato italiano, que obtuvo la mayoría de votos en la segunda votación, durante la reunión de jefes de estado mayor de los 26 países aliados celebrada ayer en Bruselas. Esta es la segunda vez en menos de 10 años que Italia preside el Comité Militar, lo que pone aún más de manifiesto la limitada influencia de España en la Alianza Atlántica, pese a su activa participación en las misiones de Bosnia, Kosovo y Afganistán.

ROCES CON EEUU El Gobierno impulsó la candidatura de Sanz con la esperanza de que su currículo y sus buenas relaciones con EEUU sirvieran para que España cosechase un éxito internacional y se dieran por superados los roces con Washington. Pero finalmente las razones políticas han pesado más que la capacidad profesional del general, y EEUU, según denota el malestar de la delegación polaca, parece ser que apoyó a Italia, país que dobla el esfuerzo español en las misiones de la OTAN. Sanz, por tanto, ha sido castigado por la retirada de Irak y la negativa de España a ampliar su misión militar en Afganistán.