El Gobierno exigió ayer explicaciones al embajador de Mónaco en Madrid, José Badía, por las polémicas declaraciones del príncipe Alberto en la 117 sesión del Comité Olímpico Internacional (COI), en las que aireó el problema del terrorismo en España y se interesó por el proceso de incorporación de Gibraltar en la organización deportiva. Badía fue convocado el viernes con carácter urgente al Ministerio de Exteriores, donde el subdirector para América del Norte, Manuel Cámara, le trasladó en la mañana de ayer el "malestar" y "estupor" del Ejecutivo por la "inaudita" intervención del jefe de Estado monegasco.

PROXIMA AUDIENCIA El embajador "tomó nota" de la reclamación y se comprometió a responder en "próximos días", una vez lo reciba en audiencia el príncipe Alberto, según un portavoz de Exteriores. Un alto cargo del departamento que dirige Miguel Angel Moratinos expresó su confianza en que el jefe de Estado monegasco ofrezca "al menos" disculpas.

El incidente diplomático comenzó el jueves, en la ceremonia de elección de la sede los juegos olímpicos del 2012, cuando Alberto II, miembro del COI, preguntó a la delegación española por sus planes para evitar atentados como el perpetrado días antes por ETA en las inmediaciones del estadio de la Peineta. La intervención sentó muy mal en la Casa Real y la Moncloa, pero se evitó una reacción formal.

Sin embargo, el Príncipe colmó el vaso al día siguiente al inquirir sobre el ingreso de Gibraltar en el COI. El Peñón, cuya soberanía reivindica España, presentó su solicitud de incorporación a comienzos de los 90, pero el entonces presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, la frenó con el argumento de que no convenía seguir ampliando la organización.

En 1996, Samaranch logró un cambio en la carta olímpica para que sólo se acepte a "estados independientes, reconocidos por la comunidad internacional". Gibraltar ha llevado el caso al tribunal de Lausana, donde se encuentra hoy.

FORO DE DIALOGO La petición de explicaciones coincidió con la celebración, en Albufeira (Portugal), de la segunda ronda de conversaciones del foro de diálogo entre España, Reino Unido y Gibraltar. Aunque el asunto no se discutió en el encuentro, sí acaparó buena parte de la rueda de prensa. A la pregunta de si, en el nuevo clima de diálogo, no convendría que Gibraltar aparcase su ingreso en el COI, el director para Europa y Norteamérica de España, José Pons, dijo que "el problema no es con Gibraltar, sino con Mónaco".

El ministro principal del Peñón, Peter Caruana, argumentó que el foro de diálogo no impide a las partes mantener sus reivindicaciones. "Este un asunto del Gobierno de Gibraltar", se desentendió por su parte el director para Europa británico, Dominick Chilcott.