España asumirá la administración y el apoyo a la reconstrucción de la zona iraquí de Um Qasar, en el sureste de Irak, bajo las órdenes del virrey estadounidense en Bagdad, el general en la reserva Jay Garner, en cuyo equipo se integrarán cuatro altos funcionarios españoles encabezados por el general Luis Feliu.

El nuevo despliegue militar español que se va a acometer en esta estratégica zona iraquí, que cuenta con una población de 40.000 habitantes, está orientado a garantizar la seguridad de las sedes administrativas y las tareas de reconstrucción de las infraestructuras civiles, desde la red eléctrica a la traída de aguas pasando por la telefonía y el ferrocarril a Basora.

Los oficiales del Ejército español y el mando avanzado en la zona, encabezado por el contralmirante Juan Antonio Moreno Susanna, han elaborado una reforma de la misión humanitaria de acuerdo con las nuevas directrices del Gobierno español de hacerse cargo de la administración y reconstrucción de este departamento iraquí.

GESTION DESDE BASORA

La administración se realizará desde Basora y, según fuentes del Ministerio de Defensa español, contará sobre el terreno con militares y funcionarios civiles para el control de los recursos económicos y la negociación de las prioridades con el consejo local ya constituido por cinco notables iraquís bajo la presidencia de Najin Abd Mahdi.

Para hacerse una idea de la tarea que queda por delante baste decir que en el área de Um Qasar, con 35.000 habitantes en la localidad y 5.000 desperdigados por las aldeas del desierto, no funciona ninguna infraestructura civil salvo las carreteras. Las 21 escuelas están cerradas. Muchas han sido asaltadas. La traída de agua está fuera de servicio, la red eléctrica, también. Una fábrica de gas existente en el puerto se encuentra clausurada desde antes de la guerra. La población vive en condiciones de extrema pobreza. La zona posee ovejas, camellos y agricultura de subsistencia. También dispone de algunos barcos pesqueros, que volvieron a faenar por primera vez desde el inicio de la guerra el domingo pasado.

La importancia estratégica de la plaza radica en que dispone del único gran puerto marítimo iraquí, susceptible de convertirse en la salida del crudo. Los tubos del oleoducto que estaba en construcción antes de la guerra se pueden ver sobre la arena del desierto, a unos 10 kilómetros del núcleo urbano.

CAMPO DE PRISIONEROS

Se trata, además, de un enclave vital, a la entrada del canal fluvial navegable hasta Basora. Según los militares españoles, la zona está llamada a ser un enclave económico y comercial de primer orden. En la provincia se ubica el Guantánamo iraquí , el único campo de prisioneros de guerra bajo el control de los marines estadounidenses. Los oficiales españoles dicen que, de momento, no se puede bajar la guardia, pues hay riesgo de atentados por parte de islamistas radicales.

Para dotar de seguridad a la nueva Administración y a las tareas de reconstrucción, el Ministerio de Defensa, que dirige Federico Trillo, ha acordado enviar de inmediato a 200 legionarios y se aumentará la dotación de infantería de marina hasta 160 efectivos para la protección del puerto. También se reforzará la presencia militar con una compañía de ingenieros, zapadores y expertos en comunicaciones que colaborarán en las tareas de reconstrucción.

Paralelamente, serán repatriados 50 de los 65 especialistas en NBQ, expertos en productos químicos y tóxicos, y regresará el petrolero Marqués de la Ensenada . La fragata Reina Sofía sustituirá a la Canarias en el Cuerno de Africa. Además, en junio, serán enviados 125 guardias civiles.