Ya lo hizo con Orlando Zapata, sin éxito, y lo está volviendo a hacer en el caso del disidente Guillermo Fariñas. Los interlocutores habituales del Ministerio de Exteriores con las autoridades de La Habana han manifestado su preocupación por el estado de salud del opositor, en huelga de hambre desde hace ocho días. Fariñas fue hospitalizado hace dos días durante unas horas tras sufrir un desmayo.

El jefe de la diplomacia española, Miguel Angel Moratinos, explicó ayer que los diplomáticos españoles han expresado su preocupación por Fariñas y confió en que este caso se pueda resolver y no se repita el fatal desenlace vivido por Zapata, que murió tras más de 80 días en huelga de hambre.

Fuentes de Exteriores explicaron que, siempre que el Ejecutivo español plantea la situación de los presos de conciencia y pide su liberación, los representantes de Raúl Castro asumen la misma actitud: negar la mayor. "Siempre dicen que en Cuba no hay presos de conciencia a su juicio son "presos comunes" y que todo es una campaña de los mercenarios a sueldo de Estados Unidos como se refieren a los opositores", explica un participante en las reuniones con las autoridades de la isla caribeña.

A pesar del fallecimiento de Zapata, Moratinos se muestra partidario de mantener esa vía de diálogo con La Habana --que España abrió en el 2007-- y sigue en su empeño de que la UE siga esta estrategia. Su objetivo, que no comparte con tanto entusiasmo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, puede sufrir un batacazo en el Parlamento Europeo.

DEBATE EN ESTRASBURGO La Cámara de Estrasburgo debatirá el próximo miércoles la situación de los derechos humanos en Cuba y votará una resolución que se prevé exigente, ya que el Partido Popular Europeo (PPE), contrario a la estrategia de mano tenida, es el grupo mayoritario en el hemiciclo.