La ministra de Defensa, Carme Chacón, anuncia que en junio de 2009 España no dispondrá de bombas de racimo, salvo las que usan los ingenieros para aprender a desactivarlas. "Estaremos a la cabeza de la eliminación completa de bombas de racimo", subraya Chacón, que visita las instalaciones de Fabricaciones Extremeñas (Faex), en El Gordo (Cáceres), en la que se están eliminando alrededor de 6.000 bombas y granadas de mortero de este tipo.

Según recoge la agencia Efe, la desactivación de todas las bombas de racimo se podría, sin embargo, adelantar de cumplirse las previsiones de Faex, ya que desde la empresa se afirma que la desactivación podría haber finalizado a finales de marzo. "Es nuestra intención terminar el trabajo antes del 1 de abril", resalta el presidente del Consejo de Administración de la Sociedad EXPAL, a la que pertenece Faex, el almirante Francisco Torrente, lo que implicaría adelantarse al plazo previsto, cuyo tope se había fijado el 20 de junio de 2009.

Sin embargo, la ministra de Defensa prefiere ser cauta y afirma que "en medio año, en junio, no quedarán en España bombas de racimo" y añade que en este apartado España se situará en cabeza a nivel internacional.

El 30 de mayo 111 países, entre ellos España, firmaron el Convenio de Dublín por el que se comprometían a erradicar las bombas de racimo, en lo que la ministra ha calificado hoy como "un gran éxito del multilateralismo", pero los plazos establecidos para hacerlo se fijaron en un máximo de 12 años.

Por eso, Chacón asegura en El Gordo que "los plazos era largos, muy largos... queríamos ir mucho más rápido" y explica que el cumplimiento de los plazos más ambiciosos trazados por España sería imposible sin la colaboración de los ministerios de Defensa, Exteriores e Industria.

Faex ya ha eliminado 100 bombas de racimo, cumpliéndose así el compromiso realizado ante el Congreso el 17 de julio por Carme Chacón, que asegura entonces que cuando se firmara el Acuerdo de Oslo, que se rubricará mañana, España ya habría eliminado un centenar de armas de este tipo. "Hemos cumplido con ese plazo, mañana se habrán destruido ya cien de esas municiones", indica la ministra y resalta que "las bombas de racimo son una ejecución sin sentencia" y recuerda que un tercio de las mismas siguen activas un largo tiempo tras haber sido lanzadas, mutilando en los países en conflicto a miles de personas.

Según Chacón, la eliminación de este tipo de munición "es un paso que nos hace ser mejores como nación, como país civilizado", es una cuestión que la sociedad española demandaba. Además, subra que son los militares los que "mejor comprenden esta iniciativa", ya que son testigos directos de los estragos que causan las bombas de racimo.

Con anterioridad a la intervención de la ministra, el director técnico de Desmilitarización de Faex, Gregorio López, informa sobre cómo es el proceso de desactivación de una bomba de racimo, algunos de cuyos aspectos ha podido contemplar la ministra en una visita guiada por la factoría.

López destaca que la destrucción de las municiones se hace con la máxima seguridad, un respeto escrupuloso con el medio ambiente y con los estándares máximos de calidad.

La munición llega a la fábrica desde los polvorines de las Fuerzas Armadas y en la factoría extremeña se separan todos sus componentes que se reciclan en buena parte para usos civiles, aunque hay elementos que han de ser eliminados por incineración.