El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha declarado este miércoles que España "reconsidería su actitud" y no vetaría el ingreso de Escocia en la Unión Europea si los escoceses votasen a favor de la independencia y el Gobierno británico considerase que el resultado del referendo "está acorde con la ley".

El jefe de la diplomacia española ha hecho estas afirmaciones en los pasillos del Congreso de los Diputados, momentos después de ser interpelado por el diputado de ERC Alfred Bosch sobre las analogías y diferencias del caso escocés y el catalán. Margallo dijo a los periodistas que España se siente "muy acompañada" por la comunidad internacional en su actual rechazo a la celebración de una consulta soberanista en Catalunya, para dejar claro que los Estados extranjeros apoyarían en todo caso lo que decidiera el Gobierno de Mariano Rajoy sobre los resultados del referendo catalán si se llegara a celebrar.

Antes, en el hemiciclo, durante la sesión de control al Gobierno, Margallo ha respondido a Bosch que el Gobierno español hará todo lo posible para mejorar las condiciones de vida de los catalanes y sacarlos del "callejón sin salida" en el que los han metido Artur Mas y sus aliados. Bosch le dijo que no comprendía por qué el Ejecutivo español no hacía lo mismo que el Gobierno británico con Escocia y permitía votar al pueblo catalán sobre su futuro nacional. "Solo se entiende por su urnofobia, su pánico a las urnas, a la democracia", ha acusado el parlamentario independentista.

Margallo le recordó a Bosch que, a diferencia del contencioso hispano-catalán, los gobiernos británico y escocés han actuado con un "escrupuloso respeto" a la legalidad. "El ordenamiento constitucional británico permite a Escocia separarse del Reino Unido, pero el ordenamiento constitucional español, no", subrayó el ministro, que reiteró que los países que se independicen de Estados de la UE "se autoexcluyen, se ponen a la cola para ingresar en la Unión y para ingresar deberán ser reconocidos antes por la comunidad internacional y aceptados por los 28 estados miembros de la UE".